Port de Tarragona ha inaugurado recientemente su nueva sede institucional. Reutiliza un inmueble construido en 1980 y después de doce años cerrado y de unas obras de rehabilitación está de nuevo en servicio para oficinas y una sala para la gestión de emergencias.
En el acto celebrado el pasado 25 de marzo intervinieron el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, que ha destacado el “papel clave” del Port de Tarragona para el “progreso del país”. Aragonès también ha apuntado que la reindustrialización de Cataluña es necesaria y tiene que ser “verde y digital”. El presidente del la Autoridad Portuaria de Tarragona, Josep María Cruset ha indicado que el puerto “está al servicio del desarrollo económico” del territorio.
Port de Tarragona adjudicó las obras de rehabilitación del edificio de oficinas de la antigua sede de la Autoridad Portuaria de Tarragona a la UTE formada por las empresas COMSA, SAU y Gestión Ingeniería y Construcción de la Costa Dorada (GICSA), por valor de 4,7 millones de euros. Las obras se iniciaron el abril de 2019 con un plazo de 18 meses de ejecución. La intervención comprende una rehabilitación integral del edificio que tiene una superficie de 4.828 metros cuadrados construidos.
Este edificio quedó vacío en junio de 2010 cuando se procedió al traslado de las oficinas de la Autoridad Portuaria a otro edificio ubicado justamente al lado. El antiguo edificio requería una rehabilitación integral para adecuarlo a las nuevas normativas constructivas, de eficiencia energética, habitabilidad, comunicaciones y seguridad.
Desde 2013, Port de Tarragona empezó a trabajar para darle nuevos usos y recuperar el antiguo edificio para integrarlo al “skyline” de Tarragona. Durante estos años se ha trabajado en el proyecto ejecutivo, aprobado definitivamente en 2018 con la adjudicación presupuestaria correspondiente que ha permitido sacar adelante su rehabilitación. Este proyecto actualiza y moderniza el antiguo edificio y salvaguarda su esencia arquitectónica.
Después de estudiar diferentes opciones y posibles usos del edificio, se decidió optar por un modelo mixto de uso administrativo y de servicios portuarios. De este modo, los servicios de Puerto Control, hoy en día ubicados al muelle de Cataluña, se trasladarán a la última planta del edificio, donde también se ubicarán los servicios técnicos y administrativos de Salvamento Marítimo, el área de señales marítimas de la APT y el área administrativa de la Corporación de Prácticos. También habrá salas operativas para Capitanía Marítima y para la Dirección de Operaciones Portuarias así como una sala de crisis.
En cuanto al resto de plantas se prevé acoger oficinas por terceras empresas que estén interesadas en esta ubicación, en dos plantas, y a la vez está previsto destinar dos plantas más para uso de la misma Autoridad Portuaria.
Por último, la planta baja permitirá abrir el edificio a la ciudadanía con servicios de carácter público como un salón de actos y un centro de interpretación del Port, que dará a conocer a la sociedad la historia y evolución de la infraestructura portuaria.
Este proyecto se suma a las diferentes actuaciones que el puerto de Tarragona está realizando durante los últimos años para la mejora de la fachada marítima portuaria. En esa línea, una vez finalice la rehabilitación del antiguo edificio y con el objetivo de dar continuidad a los espacios como la pasarela, el paseo marítimo o el km 0, se ha previsto un proyecto de reordenación de la zona donde se ubica el antiguo edificio y el edificio actual de las oficinas de la APT, con toda una serie de mejoras urbanísticas. Con todas estas actuaciones, desde el Port de Tarragona se quiere maximizar el uso y la relación directa de la ciudadanía verso toda la nueva fachada marítima portuaria de Tarragona.
Foto: Port de Tarragona