La quinta prórroga del ERE que afecta a la plantilla del astillero Construcciones Navales del Norte, se firmó el pasado lunes y abarca el último trimestre del año. Cuando finalice ese plazo, si antes no hay una solución que el comité de empresa entiende que pasa porque el Gobierno rescate el astillero y tenga otra vez carácter público, como lo tuvo hasta 2006, la antigua Naval de Sestao llegará al final de su existencia en 2019.
Para ello, los trabajadores piden también que el Gobierno vasco se involucre en una salida política negociada y ponen el ejemplo de lo sucedido con los astilleros de Navantia en Ferrol y la bahía de Cádiz. De los 180 empleos que tiene el astillero vasco, y que en la actualidad cobran el 85% del salario, un 90% tiene firmadas garantías para incorporarse a Navantia en cualquiera de los tres astilleros públicos, informa el sindicato CAT.
El astillero no tiene financiación, tiene un pasivo de unos 150 millones de euros y está abocado a su liquidación. Está pendiente la terminación de una draga para la compañía armadora Van Oord, condicionado a que su propietario alcance un acuerdo entre la banca y Construcciones Navales del Norte y aunque el asunto tiene su importancia, es una cuestión temporal y mantendría la incertidumbre sobre el futuro inmediato de la histórica factoría. De ahí que la vía política sea el camino más viable para que el astillero pueda sobrevivir, si es que se demuestra viable con los condicionantes de diverso tipo que tendría una decisión de ese tipo.
Fuentes sindicales afirman que aunque el astillero ha recibido las visitas de posibles inversores, no parece que la decisión final se produzca a corto plazo. Está pendiente de resolver el asunto de la draga y el precio de la factoría no es el mismo con draga que sin ella. Mientras tanto, la vía alternativa que ha propuesto el comité de empresa está pendiente de una reunión con la ministra de Industria, que le fue solicitada en julio pasado.
Foto: Juan Carlos Díaz Lorenzo