El buque-escuela brasileño “Cisne Branco” se encuentra desde esta mañana en el puerto de Santa Cruz de Tenerife, donde pone punto final imprevisto a su viaje de instrucción Comisión Europa-Magallanes 2020, pues ante el curso de los acontecimientos derivado de la crisis sanitaria del coronavirus ha recibido orden de la Armada brasileña de regresar a su país. Será, por tanto, una escala breve para avituallarse y hacer unas reparaciones antes de hacerse de nuevo a la mar.
A su llegada acudió a recibirle el cónsul de Brasil en Santa Cruz de Tenerife, Juan Amaro González de Mesa de Ponte, quien cumplimentó desde el muelle al comandante del buque, capitán de navío Marcos André Silva Araújo. Está prohibido que la dotación formada por 67 personas baje a tierra y, viceversa, no se puede acceder a bordo.
El viaje se había programado en dos etapas. La primera, desde febrero a junio, en una acción diplomática de Brasil en varios países de Europa para intervenir en actos de homenaje al navegante vasco Juan Sebastián de Elcano, con escalas previstas en Santa Cruz de Tenerife, Valencia, Cádiz y Las Palmas de Gran Canaria, así como una escala en Sète (Francia). La segunda etapa, de septiembre a diciembre, preveía su participación en la conmemoración de los 500 años del descubrimiento en 1520 del Estrecho de Magallanes.
El viaje del buque-escuela “Cisne Branco”, en origen, constaba de 127 días de mar, un recorrido aproximado de 16.117 millas náuticas y escalas en 18 puertos de nueve países. Solo ha podido cumplir las escalas en Fortaleza, Natal, Praia (Cabo Verde) y Santa Cruz de Tenerife, desde dónde regresará a su base en Salvador de Bahía. Se cancelan las escalas previstas en Valencia, Séte, Mónaco, Cádiz, Lisboa, Las Palmas de Gran Canaria, Montevideo, Punta Arenas y Buenos Aires, así como las previstas en otros seis puertos brasileños.
Construido en el astillero Damen, Amsterdam (Holanda), se trata de una repetición del proyecto del buque “Stad Amsterdam”, inspirado en los clippers de finales del siglo XIX y rinde homenaje al himno de la Marina brasileña.Aparejado de fragata de tres palos, se estrenó coincidiendo con la conmemoración del quinto centenario del Descubrimiento de Brasil.
Desde la puesta de quilla hasta su entrega transcurrieron 15 meses. Puesto en grada el primer bloque el 9 de noviembre de 1998, resbaló por la grada el 4 de agosto de 1999 y se entregó el 4 de febrero de 2000. El 9 de marzo siguiente causó alta en la Lista Oficial de Buques de la Marina de Guerra brasileña y desde entonces desempeña funciones de buque-escuela y embajador flotante.
Desplaza 1.038 toneladas a plena carga y son sus principales dimensiones 76 m de eslora total, 10,50 m de manga y 4,80 m de calado. Despliega 16 velas con una superficie vélica de 2.195 metros cuadrados y el palo mayor mide 46,40 m de altura. Para los tiempos de calma chicha o meteorología adversa dispone de un motor principal de 1.000 caballos de potencia, que le permite mantener una velocidad de 15 nudos.A vela y motor ha alcanzado una velocidad de 17,5 nudos. Tiene hélice transversal a proa para las maniobras en puerto y el barco conjuga la tradición de la vela con la modernidad de la tecnología.
En sus líneas marineras muestra elegancia y finura y es una evocación de una etapa que tanta gloria dio a la historia de la navegación. Un blanco sueño de juventud, que nos hace evocar la presencia en el puerto de Santa Cruz de Tenerife del buque-escuela “Almirante Saldanha”, sucesora del “Guanabara” –actual “Sagres”– y más reciente en el tiempo, el transporte «Custodio de Mello» y la fragata “Brasil”, buque de proyecto británico de la clase “Niterói”, que nos ha visitado en varias ocasiones.
Foto: Juan Amaro González de Mesa de Ponte