La piratería en el golfo de Guinea y el sudeste asiático sigue siendo una seria amenaza para los buques mercantes que navegan por ambas zonas, explica el último informe trimestral de la Cámara Internacional de Comercio (ICC) y la Oficina Marítima Internacional (IMB). Destaca, asimismo, el aumento de los ataques en las costas de Venezuela en los últimos meses y otros incidentes registrados en aguas de Libia, incluido un intento de abordaje, lo que exige la necesidad de vigilancia en otras zonas y no solo en las que están catalogadas como potencialmente peligrosas.
Durante los nueve primeros meses del año en curso se han producido 121 ataques de piratería, frente a los 141 registrados durante el mismo periodo del año pasado. De ellos, 92 buques fueron abordados, 13 recibieron disparos, cinco buques fueron secuestrados y hubo otros once intentos de ataques fallidos. En el tercer trimestre no se han producido ataques piratas en la zona de Somalia y el Golfo de Adén.
Nigeria sigue siendo una de las zonas más peligrosas para la navegación. En el tercer trimestre se registraron 20 incidentes, en 18 de los cuales se utilizaron armas de fuego. De los 49 tripulantes secuestrados en todo el mundo, 39 lo fueron en siete incidentes en aguas del Golfo de Guinea.
En el caso de Venezuela, así como durante los nueve primeros meses del año pasado solo se registraron tres incidentes menores, en el mismo periodo de este año ya se han producido once ataques de piratas armados con cuchillos o armas de fuego, en su mayoría a buques fondeados, explica el informe del ICC e IMB.
Entre los incidentes registrados en el tercer trimestre de 2017 destaca el secuestro de un petrolero en aguas malayas que, tras la rápida intervención de la Agencia de Seguridad Marítima de aquel país, concluyó con diez piratas detenidos y el buque liberado. Los autores fueron juzgados rápidamente y sentenciados a largas penas de prisión.
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