Hacía tiempo, unas veces con mayor y otras con menor insistencia, que en el ámbito marítimo nacional venía rumoreándose la posible adquisición de Trasmediterránea por Naviera Armas. Se nos dijo, en alguna ocasión y entre otras razones, que el endeudamiento de la naviera canaria hacía inviable cualquier operación en ese sentido, pero hemos comprobado que no es así.
En los últimos tiempos, sin embargo, algunas señales externas nos dieron a entender que se estaba produciendo un rápido acercamiento entre ambas empresas, en teoría competidoras y para muestra unos botones: el fletamento del buque “Vrosnky” para la línea Melilla-Motril; la rápida respuesta ante el incendio del buque “Almariya”, en la que Armas facilitó el catamarán “Volcán de Teno” y la última, que el catamarán “Alborán” haya sido pintado con los colores corporativos de Naviera Armas para un supuesto flete de seis meses en la línea de La Gomera. Ahora sabemos que todo queda en casa.
Ayer llegó la confirmación oficial. Acciona ha vendido su participación del 92,7% en Trasmediterránea a Naviera Armas por 260,4 millones de euros, a lo que hay que añadir una deuda de 127,3 millones que Trasmediterránea mantiene con otras sociedades de Acciona. Una operación rentable para el vendedor, según leemos en la prensa nacional. Números que constituyen, sin embargo, un gran desafío para Antonio Armas Fernández, un hombre hecho a sí mismo que ha conocido momentos amargos y también muchos momentos dulces, como éste. Hemos de incluir aquí a su hijo Antonio Armas Mead, intermediario necesario que ha jugado un papel importante en todo el proceso y lo sabemos de buena fuente. Un actor a tener en cuenta a partir de ahora.
La noticia, dada su importancia, se propagó desde bien temprano y corrió como la pólvora por todo el sector y causó sensaciones encontradas. La supimos de primera mano. “Antonio Armas vuelve a sorprender”, nos decía a media mañana un colaborador cercano. ¿De dónde sale tanto dinero?, se preguntan otros mientras cunde el escepticismo entre el personal de Trasmediterránea, muy preocupado ante su futuro laboral después de que haya arrimado el hombro en los últimos tiempos para que la compañía se haya mantenido a flote.
¿Qué futuro le espera a Trasmediterránea? Es muy pronto todavía para entrar en detalles y no procede especular. Es posible que Antonio Armas mantenga una marca centenaria que es una referencia en el sector, entre otras razones para evitar acusaciones de competencia. Por lo pronto, Armas controlará el tráfico Cádiz-Huelva-Canarias y entra en Baleares, mercado en el que Trasmediterránea ha volcado la mayor parte de sus esfuerzos en los dos últimos años y ha mejorado resultados tras el reciente verano. Mal día, ayer, sin duda, para Adolfo Utor y Balearia. A ver cómo reacciona.
Foto: Pedro de la Fuente