Petrel Fishing Company Ltd, participada por el Grupo Pescapuerta y el Grupo Fortuna (su socio en las Islas Falklands o Malvinas), ha recibido este lunes 30 de septiembre el nuevo buque arrastrero congelador “Prión”, que estará destinado a la pesca del calamar en los caladeros australes. En el acto celebrado en el puerto de Marín (Pontevedra), Margarita Prado y Lilian Wallace han actuado como madrinas del nuevo buque.
Diseñado, desarrollado y construido íntegramente en el astillero NODOSA y en estrecha colaboración con el equipo técnico del armador, el buque “Prión” registra casi 2.500 toneladas brutas en un casco de 85 m de eslora y 14 de manga, dimensiones que le convierten en el pesquero más grande construido en los últimos años para esa flota.
La entrega del buque se ha formalizado en un acto celebrado en el puerto de Marín, presidido por el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y en el que han intervenido José Puerta Prado como presidente del Grupo Pescapuerta; Stuart Wallace, en representación del Grupo Fortuna y José Ramón Regueira por parte de NODOSA. Al acto han asistido unos 400 invitados, entre empleados del astillero y de otras empresas armadoras, clientes, proveedores y colaboradores comunes, así como diversas autoridades.
Durante el acto de presentación, José Puerta Prado ha aprovechado para recordar la figura de su padre, José Puerta Oviedo, fundador del Grupo Pescapuerta. Todos los asistentes han sido obsequiados con un libro recientemente publicado, en el que se explica los orígenes de Pescapuerta y los “sueños hechos realidad” de su fundador
El buque “Prión” se convierte en el pesquero congelador más moderno construido en España hasta el momento. NODOSA enfatiza que “es un alarde de alta tecnología, eficiencia energética, optimización en el tratamiento de las capturas, respeto por el medio ambiente, confort y seguridad para la tripulación. Todas estas características fueron premisas básicas en las que la sociedad armadora ha puesto mucho énfasis desde el inicio del diseño y a las que el astillero ha ido dando forma hasta convertirlas en realidad”.
Con la recepción de este nuevo buque, Pescapuerta y Fortuna avanzan en el proceso de renovación de la flota, iniciado hace tres años con la construcción del buque “Falcón”, construido igualmente por NODOSA y que ha tenido excelentes resultados en sus primeras campañas de pesca.
De acuerdo con las explicaciones detalladas aportadas por NODOSA, tanto el motor principal como los auxiliares cumplen con la exigente normativa del caladero en cuanto a control de emisiones, y han sido diseñados para trabajar en los mejores regímenes en cada momento, asegurando así menores emisiones contaminantes y un mayor ahorro en el consumo de combustible. En resumen, eficiencia energética es eficiencia medioambiental.
Para este propósito, señala, se ha incorporado un sistema de recuperación de energía que permite convertir el calor residual generado en el buque en energía eléctrica para el consumo a bordo, lo que implica una reducción en el consumo del buque, haciéndolo más eficiente y por tanto más respetuoso con el medio ambiente ya que se reducen significativamente las emisiones.
En cuanto al refrigerante, se ha optado de nuevo (como en el buque que le precede) por el amoníaco, más amigable con el entorno pues existe de por sí en la naturaleza, no perjudica la capa de ozono y otorga mayor capacidad frigorífica que otros.
Un aspecto relevante para una mayor eficiencia en la navegación y en el trabajo, que redunde directamente en ahorro de consumo energético y por tanto en mayor beneficio medioambiental, es el diseño de un casco completamente optimizado, donde sobresale la figura de una proa invertida fruto de las experiencias anteriores y los estudios realizados, lo que le confiere una estética de vanguardia.
Otros elementos destacables que fortalecen la defensa del medioambiente son: la elección de patentes de silicona para el casco (que han demostrado ser más ecológicas y eficientes en el consumo para este caladero), la incorporación de un tanque para almacenar desperdicios biodegradables durante las maniobras de izado y largado del aparejo, un incinerador homologado para evitar arrojar cualquier tipo de basuras al mar y pajareras de última generación para la protección de aves marinas.
Merced a un diseño innovador y eficaz, se reduce el número de personas necesarias en las maniobras de cubierta. Además, la tripulación trabajará más protegida de las inclemencias del tiempo, lo que minimiza riesgos de accidentes. También incorpora una cabina para mayor comodidad y seguridad de los observadores de las pesquerías.
Tres modernas grúas instaladas a bordo permitirán, por su ubicación y potencia, realizar todo tipo de maniobras en cubierta de la forma más rápida y segura, sobre todo en la carga y la descarga.
Se ha incrementado la habitabilidad, lo que permite realizar turnos y descanso adecuados. También se mejoran las condiciones de vida a bordo con el mayor número posible de camarotes individuales y de dos plazas.
Para el diseño de la factoría se ha repetido el estudio ergonómico que tan buen resultado ha dado en el pesquero “Falcon”, con lo que se mejora y facilita el trabajo de los operarios. Asimismo, se reduce el tamaño de los envases con lo que se evita el manejo de pesos excesivos. Además, algunos procesos de desmoldeo, carga y descarga se han automatizado, consiguiendo reducir y aligerar la intervención humana en aras de la mejora de las condiciones de trabajo a bordo.
Para mantener el producto en perfecto estado se mejoran los procesos de extracción (por su maniobra en cubierta), de almacenaje temporal hasta su procesado (mediante la división del tanque del pantano para evitar el aplastamiento y deterioro), y de congelación (dotando al barco de una planta de ultracongelación rápida), concluye NODOSA.
Fotos: NODOSA