NAVICASA y el buque “Playa Blanca” (1969-1983)

Naviera de Canarias, NAVICASA, constituye el ejemplo empresarial más importante de Canarias en la década de los años sesenta del siglo XX en lo que al ámbito naviero se refiere. Iniciativa de éxito liderada junto a otros inversores por Alejandro del Castillo y del Castillo (1892-1977), octavo conde de la Vega Grande, la compañía tuvo una flota frigorífica muy decorosa con la que abarcó diversos tráficos y se convirtió, además, en una escuela importante para sus tripulaciones, canarios en su mayoría, que tuvieron la oportunidad de consolidar sus conocimientos y sus trayectorias profesionales.
De los barcos que enarbolaron la contraseña de Naviera de Canarias evocamos en esta oportunidad la memoria del buque “Playa Blanca”, segundo de una serie de tres unidades frigoríficas, de los cuales el primero recibió el nombre de “Playa de las Nieves” y el tercero, “Playa de Naos”. Los dos primeros buques de NAVICASA recibieron los nombres de «Playa de las Canteras» y «Playa de Maspalomas», entregados en 1964 y 1965, seguidos del «Playa del Médano», en 1967. En 1969, la compañía adquirió tres buques de la Royale Marocaine de Navigation, construidos en La Naval de Sestao y renombrados «Playa de la Aldea», «Playa de Los Cristianos» y «Playa de la Aldea». Y en 1975, cuando el signo de los tiempos había cambiado, NAVICASA adquirió a Naviera Asón los buques «José María Ramón» y «Pedro Ramírez».
El contrato de la construcción número 215 de Astilleros y Talleres del Noroeste (ASTANO) se firmó el 21 de septiembre de 1967 y el 9 de julio de 1968 se procedió a su botadura con el nombre de «Playa Blanca» y el ceremonial acostumbrado. El armamento final se efectuó en Astilleros de Santander, donde se realizó la instalación de la planta frigorífica y en enero de 1969 realizó las pruebas de mar, en las que alcanzó una velocidad de 19,5 nudos y se procedió a su entrega oficial.
El 28 de enero de 1969 arribó en viaje inaugural al puerto de Las Palmas de Gran Canaria, sede social de Naviera de Canarias y a comienzos de febrero siguiente se incorporó a la línea de Rotterdam y Dieppe con cargas paletizadas de tomates y hortalizas. Luego vinieron otros tráficos y fletes internacionales que llevaron al buque prácticamente por todo el mundo y así transcurrieron catorce años, hasta que en 1983 fue vendido a la sociedad pesquera Albacora y renombrado “Albacora Frigo”.
Comenzó entonces una nueva etapa en la que realizó frecuentes viajes a Seychelles, con fondeos en Port Victoria a la espera de los transbordos de cargas de pescado y mariscos congelados y en algunas ocasiones le vimos atracado en el puerto de Las Palmas de Gran Canaria, que fue el de su matrícula naval. En mayo de 2003 se fue de la mar para siempre, tras su venta para desguace después de 34 años de vida marinera.
De 4.319 toneladas brutas, 3.077 toneladas netas y 3.761 toneladas de peso muerto, medía 110 m de eslora total -99 m de eslora entre perpendiculares-, 15,30 m de manga y 9,28 m de puntal. Disponía de acomodación para 12 pasajeros y estaba propulsado por un motor Burmeister & Wain, de 5.400 caballos de potencia sobre un eje, que le permitía mantener una velocidad de crucero de 16 nudos. Distintiva EALO y código IMO 6819594.
Foto: José R. Montero