Las pérdidas de Navantia en 2016, cifradas en 303,84 millones de euros, seguidas de 112 millones de Hunosa, han lastrado las cuentas de la SEPI, que ha cerrado el ejercicio con 151 millones en números rojos, sobre los que, no obstante, ha conseguido reducir en un 13,9% respecto del ejercicio anterior. El grupo de astilleros públicos ha incrementado pérdidas en 77,14 millones de euros por encima de los 226,7 millones registrados en 2015.
Según el informe de los auditores, Navantia “no se encuentra en causa de disolución, pero sí en situación patrimonial de reducción de capital obligatoria”, en aplicación del artículo 327 de la Ley de Sociedades de Capital, por lo que durante el ejercicio 2017 “la sociedad tendrá que tomar medidas tendentes a conseguir el equilibrio patrimonial».
Navantia perdió 78 millones de euros en 2012 y recortó hasta los 57,7 millones en 2013 y 29 millones en 2014. Sin embargo, los efectos de la crisis y la inactividad le pasaron factura en 2015 con un déficit de 160 millones de euros, que se ha disparado en el ejercicio de 2016 hasta 303 millones.
Frente a esta situación, el denominado plan Astillero 4.0 pretende agilizar la producción y recortar los plazos de entrega, así como rejuvenecer la plantilla. Será a partir de septiembre, informa lavozdigital.es. La firma del contrato de las cinco corbetas para Arabia Saudí, estimado en tres mil millones de euros, resulta vital para que Navantia se mantenga a flote.
Foto: Puerto de Cádiz