Con la finalidad de impedir el espionaje industrial de sus instalaciones, Navantia ha puesto en marcha un Plan Director de Seguridad Industrial en el que ha activado un programa antidrones, de modo que pueda detectar y neutralizar de forma segura este tipo de aparatos. El contrato ha salido a licitación por 1,1 millones de euros y es uno de los aspectos contemplados en el proyecto Astillero 4.0.
En la actualidad se hace especialmente necesario en el caso del astillero de Cartagena, en el que se encuentra a flote el submarino S-81 “Isaac Peral”.
Otros aspectos en los que Navantia tiene que cuidarse de este tipo de aparatos se refiere al contrato de mantenimiento de los destructores de la clase Arleigh Burke y otras unidades de la U.S. Navy que operan en la Base Naval de Rota. El contrato tiene un importe de 822 millones de euros y se prevé que pueda generar en torno a un millar de empleos directos.
En el astillero de Ferrol se prevé la construcción de las fragatas F-110. En el astillero de Puerto Real será construido un BAM de Intervención Subacuática para la Armada española y en el astillero de San Fernando se espera la adjudicación de un patrullero para Marruecos, además de continuar con el programa de las corbetas para Arabia Saudita.
Foto: Diego Quevedo Carmona