Una representación de Navantia, encabezada por su presidente, Esteban García Vilasánchez, asistió ayer a la puesta a flote del destructor “Sydney”, numeral 42, tercero de la clase “Hobart”, construido en el astillero ASC, Adelaide, Australia. Estos buques son una evolución de la plataforma de las fragatas F-100, clase «Álvaro de Bazán», de la Armada española.
Este hito en la construcción del buque tipo AWD, se produce en vísperas de que el Gobierno de Australia adjudique el contrato de nueve fragatas, que serán construidas en aquel país. Navantia concurre al concurso internacional como asistente técnico y compite con Fincatieri y BAe Systems. La empresa pública española figura bien posicionada y avalada por contratos recientes.
Foto: Navantia