Carl Gustav Emil Mannerheim (1867-1951) es una de las personalidades más relevantes de la historia contemporánea de Finlandia. Dejó una gran huella de su paso por la vida terrenal. Noble, militar y político de alto rango, alcanzó el grado de mariscal y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas. Y por si este cúmulo de méritos y experiencias fueran pocas, también ocupó la presidencia de la República (1944-1946) en uno de los periodos más difíciles de su historia reciente.
Del mismo modo que cuando se está en Helsinki es visita obligada Tamminiemi, la que fuera residencia oficial del presidente de la República y cuyo inmueble está especialmente asociado a la figura de Urho Kekkonen, no lo es menos la visita al Museo Mannerheim. Ocupa una casona situada en la zona residencial Kaivopuisto, muy cerca de la sede de la Embajada de España en Finlandia. Este edificio fue la residencia oficial de Mannerheim entre 1924 y 1951.
Antes de que la ocupara Mannerheim y su familia, el inmueble había sido dividido en seis apartamentos para los trabajadores de la fábrica Fazer. El nuevo inquilino tuvo que hacer cambios importantes para adaptarla a las necesidades de su familia antes de que pasara a ocuparla en 1924. Se dice que Mannerheim concedía gran importancia a su casa, de ahí el diseño de los interiores, los esquemas de color y la colocación de los muebles, ideas atribuidas a su persona.
El museo es una mezcla de mobiliario original en su mayor parte de la década de los años cuarenta y de la misma época data el material adicional que ilustrar su vida y el contexto histórico de la época. Entre los objetos expuestos notables figura una extensa colección de medallas y otros honores que Mannerheim recibió de numerosos países, así como sus trofeos de caza, colección de libros, regalos y retratos de sus antepasados.
El dormitorio de nuestro protagonista, que se conserva en su estado original, muestra las condiciones espartanas en la que prefería dormir, con una cama metálica de campaña. El museo también posee un extenso archivo de fotografías de cada una de sus etapas y en la escalera de acceso al primer piso hay una colección de armas y entre ellas su fusil de asalto. Existe una sala en la que se proyecta un documental sobre su vida y se celebran conferencias y diversos actos académicos y divulgativos.
Tras su fallecimiento en 1951, la Fundación Mannerheim mantuvo el alquiler de la casa a la familia Fazer y en 1957 fue adquirida en propiedad y convertida en un museo. Recibe unas diez mil visitas anuales. El precio de la entrada incluye una visita guiada, y no es posible visitar el museo sin guía. Es una medida de seguridad, pues las habitaciones son pequeñas y exhiben multitud de objetos delicados y muchos de ellos valiosos. Los recorridos están disponibles en finés, sueco, inglés, alemán, francés, ruso y español.
Fotos: Museo Mannerheim (interiores) y Juan Carlos Díaz Lorenzo (exteriores)