Una turista estadounidense que viajaba a bordo del buque de bandera noruega “Viking Polaris” en un crucero por la Antártida, murió a causa de un golpe de mar provocado por una ola gigante que impactó contra el barco y rompió varios paneles de vidrio en medio de un temporal, informa la edición digital del periódico argentino Clarín. Otros cuatro personas resultaron heridos.
Según informa la Prefectura Naval Argentina (PNA), el citado buque, que está en su primer viaje, tuvo un primer incidente en alta mar con un bote semirrígido, en el que cuatro personas resultaron heridas, y cuando regresaba al puerto de Ushuaia atravesó una tormenta con fuertes vientos, durante la cual murió la turista estadounidense.
La turista resultó golpeada por una superficie vidriada que se desplomó en medio del temporal. El buque regresó al puerto de Ushuaia y se encuentra atracado mientras avanza la causa judicial que tramita el Juzgado Federal de Ushuaia.
«Con gran tristeza confirmamos que un pasajero falleció después del incidente. Hemos notificado a la familia del huésped y compartido nuestras más profundas condolencias», informa la compañía, mientras organiza el viaje de regreso del resto de los pasajeros, ante el final abrupto del viaje.
Otros tres turistas fallecieron el pasado mes de noviembre mientras realizaban periplos antárticos, dos de ellos también norteamericanos del buque “World Explorer”, de Quark Expeditions, al caer al mar tras volcar un bote semirrígido en el que realizaban una excursión.
Foto: Nicolás Arocha para puentedemando.com
2 comentarios
Muy lamentable la muerte de estos 5 turistas. Por lo que se deduce de la noticia del «Viking Polaris » el golpe de mar lo recibió atravesando el Paso del Drake, zona realmente hostil para la navegación aún para verdaderos expertos, y seguro que la tripulación lo era, pero siempre cabe la duda de que si la exigencia de cumplir horarios (si era el caso), como crucero que es al fin y al cabo, ayudó a que se produjese este lamentable suceso.
En cuanto al accidente del «World Explorer» no siempre, por mucho que sea una excursión programada del crucero, es aconsejable desplazarse en semirígidas fuera borda a ver pingüineras o sitios realmente espectaculres de esta remota zona, es peligroso por las casi constantes advesas condiciones meteorológicas.
Sigo pensando que la proliferación de los llamados «cruceros de expedición» no es aconsejable. Deberían estar muy limitados y sujetos a una normativa más estricta, tanto en lo que se refiere al buque en sí como a las tripulaciones y número de pasajeros.
Claro que la Antártica es un destino apetecible y la aventura un deseo innato en casi el 100% de la humanidad, pero no se debería llegar nunca a masificar una de las pocas zonas aún vírgenes que quedan. En ningún caso llegar en un futuro, que cada día parece mas cercano, a la masificación de cruceros y cada vez con más capacidad de pasaje que padecemos en el Mediterráneo, por ejemplo.
Slds.
Muchas gracias, Antártica, por su comentario y apreciaciones.