11 de diciembre de 2021
El peligro por la emanación de gases del volcán de La Palma, que este sábado cumple 82 días de erupción desde su inicio el 19 de septiembre, centró hoy la reunión del comité director del PEVOLCA, si bien durante la mañana los datos de las mediciones han hecho posible que regantes y residentes hayan podido acceder a sus fincas y propiedades tanto por el norte como por el sur.
Las grietas y fracturas observadas en la parte superior del cono secundario han provocado pequeños derrumbes hacia el interior y cráteres adyacentes. Aunque diversos parámetros van a la baja, es aventurado todavía predecir el final de la erupción. La lava discurre sobre coladas anteriores, en concreto sobre la zona centro y sur, dirigiéndose hacia donde se han unido las coladas 9 y 11 y alimentando la que cae por el cantil sobre Las Hoyas.
La lava está discurriendo desde el foco efusivo situado en el oeste del cono principal por un tubo volcánico, que tiene varios jameos, del que parten dos coladas que se desplazan hacia el oeste sobre coladas anteriores. La más activa, que confluyó sobre la colada que surgió al oeste de la Montaña Cogote —que está actualmente inactiva—, sigue sobre esta última, precipitándose, en dos ramales, sobre la isla baja en la zona de Las Hoyas.
Debido a que la lava continúa discurriendo hacia el mar sin afectar nuevas superficies, esta continúa estimándose en 1.184 hectáreas, con una anchura máxima de 3.350 metros, y se mantiene la extensión total de los deltas lávicos en 48,03 hectáreas, de los que 5.05 hectáreas corresponden al delta situado más al norte.
En cuanto a los daños en infraestructuras, la información facilitada por el satélite Copernicus UE cifra en aproximadamente 3.046 construcciones afectadas, de las cuales 2.896 estarían destruidas en su totalidad y 150 parcialmente afectadas o en situación de riesgo. Los datos del catastro, con los que se filtran los del satélite, no han sido actualizados en las últimas horas.
Los otros centros de emisión del cono principal, en estos momentos, se encuentran muy poco activos, con pulsos de actividad estromboliana y emisión de cenizas (en la parte suroriental) y muy intensos de gases.
Sobre las grietas y fracturas en la parte superior del cono secundario (concéntricas y radiales con respecto al cono), estas han ido modificando la morfología de ese cono, produciéndose pequeños desprendimientos hacia su interior y cráteres adyacentes.
La sismicidad a profundidades intermedias, en las últimas 24 horas, sigue baja, mientras que el número de sismos a profundidades superiores a 20 kilómetros sigue en valores muy bajos. La magnitud máxima ha sido 3,7 mbLg de un evento registrado ayer, a las 21.57 horas, a profundidad de 13 kilómetros, intensidad II-III (escala EMS). El nivel del tremor se encuentra en valores bajos con poca variabilidad.
La deformación está sin tendencia en las estaciones cercanas al centro eruptivo y estabilidad en el resto de la red.
Durante la noche y la madrugada de ayer los valores de calidad del aire debida al dióxido de azufre (SO2) contaminante asociado al proceso eruptivo, se mantuvieron en niveles buenos o razonablemente buenos en todas las estaciones de la red, no produciéndose ninguna superación de los valores límite horarios ni diarios.
La predicción meteorológica prevé predominio del viento del noreste a componente este, lo que se traduce en que el penacho volcánico continuaría orientado hacia el sur-suroeste desde el foco eruptivo, lo que supone un escenario favorable para la operatividad aeronáutica. La altura del penacho volcánico ha sido de 2.000 m y se dispone hacia el O.
Por último, sobre albergados en hoteles, hay 548 personas, una más que ayer. Del total, 397 se hospedan en Fuencaliente, 69 en Los Llanos de Aridane y las 82 restantes en Breña Baja, gestionados por Cruz Roja y los servicios municipales. Además, hay 43 personas dependientes atendidas en centros sociosanitarios insulares.
Foto: INVOLCAN