Una reciente visita a Menorca –a la que llegamos por vía marítima a bordo del ferry «Ciudad de Palma», lo cual nos permitió disfrutar del espectáculo extraordinario del acceso y maniobra a la preciosa bahía y puerto de Mahón– nos ha dado la oportunidad de conocer la naveta de Es Tudons, que se encuentra en el kilómetro 40 de la carretera que enlaza las ciudades de Mahón y Ciudadela. Se trata de uno de los monumentos más significativos de la prehistoria europea y esta tipología solo se encuentra en Menorca [1]. Según las dataciones que se han hecho, la construcción de este tipo de tumbas colectivas, que tuvo un uso muy prolongado en el tiempo, se sitúa entre el 1.400 a.C. y el 900 a.C.
Los arqueólogos que han trabajado en el yacimiento han encontrado los restos de más de cien individuos, cuyos cuerpos estaban en completo desorden, sin conexión anatómica alguna entre ellos. En las excavaciones se han encontrado diversos objetos personales referidos al ajuar funerario –cuentas de collar, colgantes de bronce, botones de hueso con perforación en V, punzones, alguna punta de jabalina, ollitas y vasos de cerámica– que fueron depositados como ofrendas. [2]
La naveta es un edificio único y aislado, si bien existen algunas cuevas funerarias en los alrededores. Está situada sobre una plataforma de piedra calcárea, construida con técnicas ciclópeas a base de grandes piedras trabajadas y encajadas entre ellas sin mortero, ayudadas en ocasiones por pequeñas cuñas de piedra y con su única puerta orientada hacia el oeste, es decir, hacia el crepúsculo.
El edificio tiene planta de herradura alargada, con la fachada recta y el ábside curvo. Dado que en su aspecto exterior recuerda a una nave invertida, de ahí procede su nombre popular de naveta, es decir, nave pequeña en el dialecto del catalán de Menorca. Consta de dos plantas, en la que a la entrada [3] se ingresa en un pequeño corredor vertical desde el que se accede a la cámara superior y a una segunda puerta que conduce a la cámara inferior. Es de destacar que tanto el piso intermedio como la cubierta superior están construidos con grandes losas planas bien trabajadas.
Aunque el monumento aparece en las referencias más antiguas que se conocen de la isla, la excavación y restauración se realizó entre 1959 y 1960 y estuvo a cargo del doctor Lluís Pericot García y los investigadores María Luisa Serra Balabre –que fue directora del Museo Provincial de Bellas Artes de Mahón– y Guillermo Rosselló Bordoy, en un trabajo financiado por la Fundación March. El estado en el que se encontraba era lamentable, por lo que se realizó un exhaustivo trabajo que dio sus frutos. Entre las investigaciones más recientes figuran las realizadas por Ferrán Lagarda Mata [4] y la tesis doctoral de Joaquim Pons Machado [5].
Notas
[1] En la isla se localizan otros ejemplos de la misma tipología, caso de las navetas de Rafael Rubí, Son Morell y La Cova. De planta circular son las localizadas en Biniac-Argentina.
[2] Se hace especial mención a un tapón de hueso decorado con círculos concéntricos, que parece indicar la presencia de unos tubos que servían para contener cabellos de los difuntos
[3] El acceso al interior del monumento está prohibido por razones de seguridad y conservación.
[4] Lagarda Mata, Ferrán (2010). Menorca arqueológica II: la naveta des Tudons y otros monumentos cercanos. Recurso disponible en línea: researchgate.net.
[5] Pons Machado, Joaquim (2016). Caracterització de l’espai de l’ hàbitat protohistòric de l’illa de Menorca: les cases de planta circular talaiótiques. Departamento de Prehistoria. Universidad Autónoma de Barcelona. Véase también: Limón Gual, Pablo (2016). Menorca talayótica: una aproximación. Facultad de Filosofía y Letras. Universad de Zaragoza.
Bibliografía:
Menorca talayótica. Naveta des Tudons. Disponible en www.menorca.es
Fotos: Juan Carlos Díaz Lorenzo. Con el agradecimiento a Antoni Martorell, Beatriz Díez Mayans y Jesús Castillo