Que el puerto de Motril se haya quedado fuera del contrato marítimo convocado por la Dirección General de la Marina Mercante, no ha gustado ni en Motril ni en Melilla. Francisco Cuenca, ex alcalde socialista de Granada, manifiesta a puentedemando.com que “eso es una barbaridad, un nuevo atentado contra Granada y vamos a batallar”. En esa línea, esta mañana se ha celebrado una reunión entre los presidentes de las respectivas autoridades portuarias, José García Fuentes y Víctor Gamero Garcia, con la finalidad de analizar la situación y contemplar la posibilidad de instar a la Administración para que la conexión Motril-Melilla sea incluida en el nuevo contrato de interés público.
Ambos presidentes consideran que la situación se puede revertir, de modo que Melilla tenga, además de conexión marítima con Almería y Málaga, también con Motril. Las ayudas se conceden a las líneas consideradas como conexiones de interés público, definidas mediante decreto de 2007, cuando la línea Motril-Melilla no existía, y que después de varias alegaciones a los procesos de licitación, aún no se ha añadido la conexión entre ambas ciudades.
Consideran ambos presidentes que “dejar fuera del sistema de bonificaciones la conexión Motril-Melilla, es algo claramente perjudicial para la línea, que cuenta en la actualidad con una media anual de viajeros elevada, pese al cambio de ferry que se realizó en mayo de pasado año, operando entonces con otro de mayor capacidad y velocidad, y no estar compitiendo en condiciones reales de igualdad”.
La línea regular entre ambos puertos, por su ubicación geográfica y su cercanía frente a otros puertos, es muy demandada para conectar con la península por parte de la ciudadanía melillense, indican ambos presidentes, que califican a la infraestructura portuaria como una pieza clave para el desarrollo económico de ambas ciudades. Por ello «resulta imprescindible trabajar con continuidad desde ambas instituciones, permitiendo la creación de proyectos de expansión en pasaje, mercancías y desarrollos deportivos-turísticos que garanticen el futuro de las infraestructuras», concluyen.
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