Marqués de Riscal, vanguardia y tradición de la Rioja alavesa

Marqués de Riscal es una de las grandes bodegas de la Rioja alavesa, ubicada en Elciego (Álava), un pueblo medieval primorosamente conservado. Se trata de una de las marcas de mayor relieve fuera de sus fronteras y corresponde a una bodega antigua, fundada en 1858 por Guillermo Hurtado Amézaga, marqués de Riscal, cuyo primer edificio tiene el sello del arquitecto Ricardo Bellsola. De la historia de esta bodega sabemos que en 1862 embotella por primera vez sus vinos y que apenas cinco años después llegaron los primeros premios.
La historiografía riojana dice que Marqués de Riscal es el vino embotellado más antiguo de Rioja. En 1883 la bodega se amplía y toma forma el edificio conocido como “El Palomar”. En 1895 se convierte en el primer vino no francés que consigue el Diploma de Honor de la Exposición de Burdeos de aquel año y una imagen de este documento se añade a la etiqueta del vino.
En el primer cuarto del siglo XX, Marqués de Riscal incorpora la malla dorada a sus botellas como garantía de calidad para evitar falsificaciones. Una nueva etapa comenzó en 1972 cuando inicia la producción de los primeros vinos blancos de Rueda. En 1974 introduce la variedad Sauvignon Blanc en la región y en 1980 de convierte en una de las bodegas impulsoras de la Denominación de Origen Rueda.
En 1986 comienza la producción de Barón de Chirel, precursor de una nueva era en los vinos de la Rioja. Así llegamos al siglo XXI, en que Marqués de Riscal inicia el Proyecto 2000 –tutelado por el grupo de empresas Ibaizábal, de Alejandro Aznar–, que supondrá un notable avance hacia el futuro con la construcción de la Bodega San Vicente y el comienzo de las visitas del enoturismo, una faceta que contribuye generosamente al mejor conocimiento de su tradición y producción.
Un hito destacado en la historia de Marqués de Riscal es la inauguración en 2006 de la Ciudad del Vino, que incorpora un hotel diseñado por el famoso arquitecto de origen canadiense Frank O. Ghery (Toronto, 1929) y afincado en EEUU.. Es uno de los iconos del siglo XXI de La Rioja y un emblema de la arquitectura contemporánea española.
Marqués de Riscal es una de las mecas de los profesionales del sector a nivel mundial. De la visita que hicimos, incluida una interesante cata, se desprende que visitamos una empresa innovadora, pionera y todo un referente de un sector vitivinícola que está en continua transformación. Nos dice quien nos atiende que “buscamos hacer vinos originales, frescos, elegantes y fáciles de beber”.
Marqués de Riscal tiene, además, una importante cuota de exportación. En la actualidad, la afamada bodega está presente en más de cien países a los que exporta el 65% de su producción. Para cumplir con los requisitos del mercado, principalmente en Latinoamérica, parte de ella sale con cierre de rosca, frente al corcho tradicional.
El recorrido histórico por la bodega comienza en la Plaza del Reloj. Primero se visita la Bodega Original, construida en 1860 y que alberga la botellería de vinos antiguos de Marqués de Riscal. Luego viene la primera ampliación de la bodega, un edificio de estilo bordelés de 1883, conocido como “El Palomar”, en el que se elaboran los vinos Premium de la empresa.


Un proyecto de Frank Ghery convertido en hotel
En el recorrido entre viñedos y edificios de piedra arenisca, característicos de la arquitectura bodeguera de la comarca, el impacto visual se acentúa ante el hotel Marqués de Riscal The Luxury Collection, un icono de la arquitectura de vanguardia del siglo XXI, diseñado por el arquitecto Frank O. Ghery, autor, entre otros, del Museo Guggenheim Bilbao.
Inaugurado el 10 de octubre de 2006, resulta especialmente llamativo por la espectacularidad de sus formas y su silueta en la que se aprecia una combinación de titanio, acero, asimetría de losetas de suelos y paredes. De su gestión se ocupa la cadena Marriot International. Dispone de 61 habitaciones, diez de las cuales son suites, distribuidas en dos edificios unidos por una espectacular pasarela volada. Todas las habitaciones son diferentes y únicas, tanto por sus formas como por sus vistas.
El hotel conjuga la tradición vitivinícola más arraigada con la vanguardia, el lujo y la tecnología más avanzada del siglo XXI. La parte más sensorial se completa con el Spa de vinoterapia de Caudalie y la oferta gastronómica del chef riojano Francis Paniego, así como un centro de convenciones y el centro de visitas de la bodega.
El mirador del lounge VIP permite disfrutar hacia un lado de una panorámica de La Rioja y hacia otro del sur del País Vasco. Lo cierto es que dos mundos, el del vino y la gastronomía, confluyen en un punto exacto con un elevado nivel de distinción. Además del restaurante poseedor de una estrella Michelin, el hotel dispone del Restaurante 1860 Tradición y la Vinoteca & Bistro.
La decoración del hotel, tutelada por el propio Gehry, incluye elementos de diseños del gran arquitecto finlandés Alvar Aalto y B&B, entre otros, lo que contribuye a la visión vanguardista de sus formas, colores y materiales. El hotel dispone, asimismo, de un auditorio con capacidad para cien personas y un equipamiento de vanguardia tecnológica, así como diez espacios adicionales para todo tipo de eventos y reuniones.
Producción
D.O. Rioja
Frank Ghery Selección 2012
Barón de Chirel
Marqués de Riscal 150 aniversario
Marqués de Riscal Gran Reserva
Finca Torrea
XR de Marqués de Riscal
Marqués de Riscal Reserva
Arienzo
Marqués de Riscal Rosado
D.O. Rueda
Marqués de Riscal Limousin
Finca Montico (verdejo sobre lías)
Marqués de Riscal Sauvignon Blanc
Marqués de Riscal verdejo
V.T. Castilla y León
Marqués de Riscal Viñas Viejas
Barón de Chirel Verdejo Viñas Centenarias
D.O. Getariako Txakolina
Txakoli Marqués de Riscal
Un encuentro de escolapios tinerfeños en La Rioja
José Manuel Ventura Ventura, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Rioja, organizó la visita a Bodegas Marqués de Riscal. Con la precisión y el rigor que le caracteriza, el encuentro tuvo, además, un sabor muy especial y entrañable, pues se reunieron cinco antiguos alumnos y amigos de las Escuelas Pías de Santa Cruz de Tenerife, que volvieron a reencontrarse después de algo más de 40 años de la finalización de estudios en el colegio del Quisisana.

Fotos: Juan Carlos Díaz Lorenzo
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