Parece que el colectivo de los TCPs de Iberia Express no pican el anzuelo de la carta interna que les ha dirigido la dirección de Iberia para tratar de sobreponerse a la convocatoria de huelga convocada por USO entre el 28 de agosto y el 6 de septiembre. Para ello, ahora que le conviene, acude al victimismo y a palabras grandilocuentes.
Dice el director de Producción, Rafael Jiménez, que la dirección de la aerolínea se compromete “a trabajar denodadamente” en las negociaciones fijadas a partir del 15 de septiembre, para tratar de llegar a un acuerdo sobre los nuevos convenios de los distintos colectivos.
El acuerdo que está por llegar “debe ser beneficioso para todos los tripulantes de cabina y debe reconocer el esfuerzo y los sacrificios que habéis realizado, como también ha hecho el resto de los compañeros que trabajan en los distintos colectivos de Iberia, durante estos dos años de pandemia”.
“En estos dos últimos años de pandemia, tan duros para todos, Iberia ha reconocido siempre el gran esfuerzo realizado por vosotros y, desde el inicio, se preocupó por intentar paliar la pérdida de poder adquisitivo”.
“Como bien sabéis, los retos que tenemos por delante también son grandes. Nos enfrentamos a un otoño/invierno lleno de incertidumbre por la inflación y los altos precios del combustible, a lo que se suma que nuestra compañía ha acumulado 1.800 millones de pérdidas en 2020 y 2021, y en los próximos años tenemos que pagar la gran deuda adquirida, cerca de 1.000 millones de euros, al mismo tiempo que acometemos las inversiones necesarias para seguir creciendo y manteniendo la mejor calidad de servicio a bordo”, prosigue la carta.
“Más que nunca necesitamos diálogo constructivo, que haya voluntad por todas las partes de llegar a un acuerdo. Por nuestra parte no va a quedar para llegar a los acuerdos que todos necesitamos y deseamos”, agrega.
Foto: Juke Schweizer