A requerimiento de la Empresa Nacional Elcano y autorizado por el Instituto Nacional de Industria, la Empresa Nacional Bazán de Construcciones Navales Militares presentó un proyecto de buque petrolero de 200.000 metros cúbicos de capacidad para el transporte de crudo, basado en el modelo del buque “Álvaro de Bazán”, de proyecto original francés y propulsado por motor diésel.
Al mismo tiempo, Astilleros Españoles (AESA) presentó otro proyecto para un buque petrolero de 300.000 metros cúbicos de capacidad, propulsado por turbinas de vapor, para su construcción en el nuevo astillero de Puerto Real (Cádiz), de modo que entre las dos propuestas la Empresa Nacional Elcano podía atender en condiciones adecuadas de capacidad una parte de las necesidades de abastecimiento de las refinerías públicas y privadas del país.
El INI autorizó la financiación correspondiente para cuatro buques que formarían parte de la flota de la Empresa Nacional Elcano a mediados de la década de los años setenta, dos del proyecto presentado por la Empresa Nacional Bazán, de 172.000 toneladas de peso muerto, que serían adjudicados al astillero de Ferrol y otros dos del proyecto elaborado por el grupo Astilleros Españoles, de 270.000 toneladas de peso muerto, a construir en el nuevo astillero de la bahía de Cádiz (NABAC), dotado de un dique seco con capacidad para buques de 500.000 toneladas de peso muerto.
El proyecto de buque petrolero presentado por la Empresa Nacional Bazán para la Empresa Nacional Elcano atrajo la atención de otras compañías españolas, de modo que total fueron construidos siete buques en la factoría ferrolana, en la que se ha sido una de las mejores series de factura española.
En el proyecto final se sustituyó el sistema de propulsión original de motor diésel por dos turbinas de vapor Bazán-Kawasaki UA 350 de 32.000 caballos.
Además de los dos buques de la Empresa Nacional Elcano, que recibieron los nombres de “Castillo de Lorca” y “Castillo de Montearagón”, CEPSA contrató otros tres —“Gerona”, “Valencia” y “Lérida”—, uno para Naviera Vizcaína —“Almirante Rotaeche”— y REPESA el último —el segundo “Puertollano”—, empresa que después evolucionaría a ENPETROL y REPSOL.
Con considerable retraso sobre los planes iniciales, los siete buques entraron en servicio entre diciembre de 1975, fecha de la entrega del petrolero “Castillo de Lorca” (Bazán 147) y diciembre de 1978, en que quedó alistado el petrolero “Puertollano” (Bazán 158). Esta primera etapa resultó corta, pues los efectos de la crisis del petróleo llevaron a CEPSA a remotorizar a sus tres petroleros en Japón y Elcano emprendió la conocida y discutida operación “cut and glue” en el astillero de Ferrol.

Bibliografía:
Díaz Lorenzo, Juan Carlos y Queralt del Hierro, María Pilar (2017). Empresa Naviera Elcano y castillos de España, p. 170. Empresa Naviera Elcano, Editorial Planeta, Barcelona.
Fotos: archivo de Jorge Rodríguez Suárez