Los primeros experimentos del cine sonoro en Finlandia fueron realizados por Lahyn-Filmi, una pequeña empresa local que tenía su sede en Turku. La primera película de larga duración data de 1931 y se trata de un musical titulado Sano se Suomeksi [Decirlo en Finlandia], dirigida por Yrjö Norta, conocido también como Yrjö Nyberg. Los principales papeles corresponden a Arvo Ahti, Hemmo Airamo y Ture Ara.
La irrupción de la nueva era fue aprovechada muy pronto por Suomi-Filmi, que en ese mismo año transformó su producción de cine mudo a cine sonoro y presentó Aatamin puvussa ja vähän Eevankin [Vestido como Adán y Eva y un poco yo], un filme de 104 minutos de duración –algunos autores otorgan a esta película la condición de la pionera del cine sonoro en Finlandia– basado en una novela de Yrjö Soini. Seguiría otra película titulada Tukkipojan morsian [La novia del leñador], un drama rural de Erkki Karu.
Dos años después surgieron problemas en Suomi Films, que terminaron con su fundador fuera de la sociedad. Karu tomó la revancha y fundó una nueva empresa, llamada Suomen Filmiteollisuus, que utilizó las iniciales SF en su logo. Con ella logró un posicionamiento muy superior al que había tenido hasta entonces e incluso abrió un interesante episodio de competencia entre ambas, produciendo exitosas comedias que captaron la atención del público, inclinándose la balanza a su favor.

La competencia entre las dos empresas cinematográficas se mostró fructífera, pues a finales de la década del ritmo de producción era de una veintena de largometrajes anuales. La calidad de las producciones fue considerable y la popularidad de las películas de producción nacional fue en aumento. De modo que con sus propias estrellas y productores creativos, la industria cinematográfica finlandesa era, en cierto modo, una evocación de la industria de Hollywood.
Las capacidades del cine sonoro provocaron la impaciencia en el público finlandés, ávido de consumir películas nacionales. En este momento de la industria, la película Siltalan pehtoori [La granja Siltala], una comedia bien trabajada por Suomi-Filmi, fue vista nada menos que por 900.000 espectadores. Erkki Karu fue sustituido al frente de Suomen Filmiteollisuus por Risto Orko, reconocido desde entonces por la dirección de la mencionada película, a la que habrían de seguir otras dos de marcado corte histórico y patriótico, tituladas Jääkärin morsian [La boda del soldado, 1938] y Aktivistit [Activistas, 1939].
Sin embargo, la figura más importante de Suomi-Filmii fue Valentin Vaala. Dotado de una notable capacidad creativa, Vaala había dirigido tres películas en una primera etapa en Fennica y cuando comenzó la cuarta, se produjo la quiebra de ésta, por lo que encontró las puertas abiertas en la antigua empresa de Erkki Karu, en la que en 1935 dirigió Kaikki rakastavat [El amor de todo el mundo], otra comedia modesta en la que se intervenían dos de las estrellas más queridas por el público finlandés: Ansa Ikonen y Tauno Palo.

La comedia urbana fue un género que dio buen resultado en la producción de Vaala, de modo que sus dos siguientes películas, Vaimoke [Esposa sustituta] y Miehekkeen [Hombre sustituto], ambas en 1936 y Juurakon Hulda [Hulda de Juurakko, 1937], representaron tres intentos más serios de conciencia social en los que aborda los problemas de desigualdad entre sexos. No conforme con el éxito logrado, Vaala buscó nuevos temas y los encontró en el ámbito rural y en los melodramas románticos. En 1938 dirigió la primera y mejor película de la serie de la familia Niskavuori, titulada Niskavuoren niaset [Mujeres de Niskavuori].
Valentin Vaala falleció prematuramente en 1935 y tomó el relevo Karu Toivo Särkkä, quien habría de dirigir SF hasta su quiebra en 1965. Särkkä fue uno de los productores más prolíficos de la historia del cine en Finlandia, con una filmografía de algo más de doscientas películas, de las que dirigió 51. En colaboración con Yrjö Norta, había dirigido la mayor parte de las películas de la compañía en la década de los años treinta, entre ellos el drama religioso Kuin uni ja varjo[Con el sueño como sombra, 1937] y la película patriótica Helmikuun manifest [Manifiesto en febrero, 1939]. Al trabajo de ambos se deben algunas de las comedidas folclóricas más importantes de la época, como Lapatossu (1937), en la que el actor principal es Aku Korhonen y Rykmentin murheenkryyni [Los problemas de un chico en el regimiento, 1938], un modelo de género de farsa militar.
Fotos: Archivo Nacional del Cine Finlandés
Bibliografía:
Sadoul, Georges. Historia del cine mundial. Desde los orígenes. p. 353. Siglo XXI Ed. Madrid, 1983.