La organización juvenil marítima finlandesa “Puhurin Pojat” [Los Hijos del Vendaval], fundada en 1917, el mismo año de la independencia del país, mantiene viva la llama del patriotismo y aquí les vemos desfilando el pasado 5 de mayo por las calles de Turku, enarbolando orgullosamente la bandera patria que atestigua el azul del cielo limpio y puro y el blanco invernal de la nieve, reflejo de lo que expresan sus sentimientos.
Esta organización juvenil se encuadra en los “boy scouts” y en ese ramo es una de las más viejas del mundo. Como bien dice nuestro admirado amigo Vicente Talón Ortiz, que también es un gran amigo de Finlandia, “sólo el patriotismo de los finlandeses explica su supervivencia en las guerras que debieron sufrir a lo largo de la primera mitad del siglo XX. Y esa llama no se extingue”. Expresión clara de la dignidad de un pueblo triunfante frente a las adversidades.
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