Uno de los grandes acontecimientos del último tercio del siglo XX en la centenaria historia de la línea marítima Cádiz-Canarias fue la incorporación de los ferries “J.J. Sister” y “Manuel Soto”. Ambos buques marcaron el inicio de una nueva etapa en la historia de Compañía Trasmediterránea y tomaron el relevo a los ferries de la serie “Juan March”.
Construidos en el astillero Unión Naval de Levante, Valencia, fueron entregados en septiembre de 1975 y abril de 1976 y sus respectivos estrenos —capitanes, Salvador Ventura Moreno y José Bruguera Batllori— alcanzaron la solemnidad de los grandes acontecimientos.
Fueron buenos barcos que estuvieron en servicio en la línea Cádiz-Canarias hasta la incorporación del ferry “Juan J. Sister” en mayo de 1993. Del “J.J. Sister” recordamos especialmente las expediciones de Aventura 92 y de ambos en la línea que enlazaba Canarias con Génova, que se convirtió en un fracaso.
En su última etapa en Compañía Trasmediterránea ambos tuvieron desigual destino —en el caso del “J.J. Sister” recordamos el fiasco del flete en el norte de Europa como “Balanga Sister” por cuenta de Corona Line— y en 1997 y 1992 se vendieron a la compañía italiana Moby Line, enarbolando bandera italiana renombrados “Moby Magic” y “Moby Fantasy”. En diciembre de 2005 y diciembre de 2013 se vendieron parea desguace en Aliaga (Turquía).
Foto: archivo de Laureano García Fuentes (trasmeships.es)
4 comentarios
Bonito recuerdo navegue en el j.j sister en 1979! Ida y vuelta a las Palmas vía Tenerife.
Que recuerdos me traen esos barcos….
Muchas millas en ellos, sin estar enrolado ni pagar pasaje…..y muy buenos … y malos momentos ! 😏
Estimado Juan Carlos, a principios de Octubre de 1995, me llamaron de una agencia de Bilbao para embarcar de capitán en un barco de pasajeros que se encontraba atracado en Bari y había que trasladarlo al puerto de Barcelona, se le había terminado el contrato de fletamento; el barco era de bandera panameña. Los agentes no me pudieron dar más información, era confidencial. Yo como buen condotiero, que lo soy, no hice más preguntas, billete de avión y listo, en el aeropuerto de Barajas me encontraría al resto de la tripulación. Así fue, los demás oficiales y tripulación venían de barcos petroleros, me extrañó un poco, pero yo no estaba allí para hacer preguntas. Al llegar al puerto de Bari, cual sería mi sorpresa cuando leí en su amura de babor, del barco al que tenía que embarcar, el nombre de J.J. Sister, joya de la corona por muchos de la compañía Trasmediterránea.
Cuando me dirigía a subir a bordo, el primer oficial que se encontraba en la meseta de la escala real la iba subiendo a medida que me iba acercando. Me identifiqué como el nuevo capitán del barco, el primer oficial me comunicó que tanto el capitán como la tripulación eran turcos, que se encontraban en huelga y que no desembarcarían hasta que se pagara todo lo que se les debía. Al volverme hacia los autobuses donde se encontraba la tripulación, se acercó un taxi, dentro iba el Capitán Matías Enseñat como representante de Trasmediterránea, a Matías ya le conocía; le pregunte si el sabía lo de la huelga, me contestó que sí y, que si me lo hubieran dicho antes, seguramente no hubiera querido embarcar. La situación era complicada pero la solucionamos pagando a la tripulación turca y a los sindicatos, escapándonos cuatro días después, durante la noche de un Domingo, el consignatario me comunicó que había un embargo en contra del buque y se haría efectivo el lunes siguiente, el juez o el secretario del juzgado no trabajaban en domingo, pero que el embargo estaba encima de la mesa.
Tres días más tarde aparecimos por la bocana del puerto de Barcelona; dejé el barco atracado a un muelle de pasaje, misión cumplida, y como diría el gran Dun Dun Pacheco… jugando al mus, “Aceitunita comida….huesito fuera”
Un saludo Juan Carlos.
Ignacio Tomás Zori Obeso