Roberto Hernández, el Ilustrador de Barcos, nos deleita con este cartel de su autoría en el que destaca el protagonismo de la Empresa Nacional Bazán en la construcción de un cuarteto de buques que fueron en su día la savia nueva de la flota de CAMPSA, conocidos como los “vinateros”, pues sus nombres rendían homenaje a zonas vinícolas de España: “Camporrioja”, “Campobierzo”, “Campurdán” y “Campocriptana”.
El 24 de enero de 1968 CAMPSA convocó concurso público para la construcción de cuatro buques petroleros de 9.000 toneladas de peso muerto cada uno, al que se presentaron tres astilleros españoles: Unión Naval de Levante y Astilleros de Cádiz, conjuntamente –lo que hoy llamaríamos UTE–, la Sociedad Española de Construcción Naval y Euskalduna, en un acuerdo similar y la Empresa Nacional Bazán de Construcciones Navales Militares.
Así como Unión Naval de Levante y Astilleros de Cádiz presentaron una oferta única 184,8 millones de pesetas por buque, un plazo de 20 meses y una penalización mensual de 600.000 pesetas; Sociedad Española de Construcción Naval y Euskalduna ofertaba 157.126.000 pesetas, un plazo de 17 a 23 meses y 600.000 pesetas de penalización mensual. Por último, la Empresa Nacional Bazán ofertó 153.558.000 pesetas, de 17 a 24,5 meses de plazo de construcción y una penalización mensual de 700.000 pesetas.
Finalmente, considerando la suma de los factores concurrentes, el monto total del contrato con la Empresa Nacional Bazán ascendía a 191.756.000 pesetas por unidad, por lo que fue considerada la oferta más ventajosa y mediante orden de 21 de julio de 1968 se firmó el contrato correspondiente, con un crédito del 80% con la banca privada y un plazo de amortización de ocho años.
Adjudicados los contratos, los cuatro buques fueron construidos en los astilleros de la Empresa Nacional Bazán en Cartagena y San Fernando (Cádiz) y entregados entre febrero y agosto de 1971, respectivamente. El buque “Campurdán” fue el segundo más barato, con un precio final, después de revisiones, de 192.585.909 pesetas. El buque “Campobierzo” tuvo un precio final de 192.031.295 pesetas y los dos siguientes –“Campocriptana” y “Camporrioja”, construidos en la factoría gaditana–, superaron 193 millones de pesetas cada uno.
Bibliografía:
Martínez Gil, Alfonso (1977). Cincuentenario de la flota del Monopolio de Petróleos (1927-1977), pp. 73-75. CAMPSA, Madrid.
Foto: El Ilustrador de Barcos