El despertar nacionalista en Europa a fines del siglo XIX, al que nos hemos referido, se reflejó también en los temas de numerosos libretos de ópera. En Finlandia existía un entusiasmo enorme para que se compusiera una ópera basada en el Kalevala, razón por la cual tomó la iniciativa la Sociedad de la Literatura Finlandesa, que convocó un concurso al respecto.
En 1898 nació la primera ópera llamada Pohjan neiti [La doncella del Norte], de Oskar Merikanto (1868–1924). La siguiente ópera con tema “kalevaliano” fue Aino (1909), de Erkki Melartin (1875–1937). En 1910 se estrenó la ópera Daniel Hjort, de Selim Palmgren (1878–1951), cuyo tema se inspira en la historia de Finlandia.
En 1911, año crucial en la historia de la ópera finlandesa, un grupo de personalidades relevantes, encabezado por la gran diva de la época, la soprano Aino Ackté, fundó la Ópera de Finlandia. Comprendiendo que la naturaleza del género consiste en ser una forma artística multilingüe, la dirección contrató también a cantantes extranjeros. La Ópera de Finlandia cambió su nombre en 1914 por el de Ópera Finlandesa, que sustituiría a partir de 1956 por el de Ópera Nacional de Finlandia.
En 1912, la soprano Aino Ackté fundó también el Festival de Ópera de Olavilinna –conocida en la actualidad como Festival de Ópera de Savonlinna-, en cuyas tres primeras temporadas se presentaron tan solo óperas nacionales. El último festival organizado por Ackté se celebró en 1930 y a partir de entonces pasarían más de treinta años, hasta que en 1967, el castillo medieval de Olavilinna se convirtió en la segunda gran escena operística del país, junto a la Ópera Nacional de Finlandia.
Dos años después de la independencia del país, la Ópera de Finlandia estableció su sede en el Teatro Alexander. En las condiciones precarias de un edificio concebido para teatro, la Ópera Nacional funcionó hasta 1993, año en el que se inauguró la primera ópera propiamente construida en Finlandia, situada en la bahía de Töölö, en Helsinki.
En la década en que Finlandia obtuvo su independencia, en el ambiente operístico del país destacó el significado de la lengua y de la cultura propia y de la representación realista de cuadros populares. La exigencia del uso de la lengua finesa se cumplió cabalmente en la ópera Seitsemän veljestä [Los siete hermanos, 1913], de Armas Launis (1884–1959), que está basada en la novela homónima de Aleksis Kivi, publicada en 1870.
Nacido en Hämeenlinna el 22 de abril de 1884, Armas Launis se convirtió en un compositor especializado en ópera. Pedagogo, escritor, periodista y etnomusicólogo, doctor en letras (1911), catedrático de universidad, impartió clases de análisis musical y composición en la Universidad de Helsinki (1915-1922).
Mejoró sus conocimientos en Berlín con Wilhem Klatte y en Weimar, con Waldemar von Baussnern. Participó en la fundación de los primeros conservatorios populares de Finlandia, que estuvieron bajo su dirección hasta 1930 y siguen vigentes en la actualidad. Desde 1920 estuvo pensionado por el Estado finlandés de modo vitalicio, con la posibilidad de vivir en el extranjero.
Por esa razón ejerció de corresponsal habitual de los periódicos Helsingin Sanomat, Ussi Suomi y Suomen Kuvalehti. Figura entre los miembros fundadores de la Sociedad de la Prensa Extranjera de la Costa Azul y de la Asociación Francesa de Exposición e Intercambios Artísticos. A partir de 1930 se instaló definitivamente en Niza, participando activamente en los intercambios musicales y culturales entre ambos países.
Después de Seitsemän veljestä (1913), Launis compuso su ópera Kullervo (1917), estrenada con éxito por la Ópera Finlandesa en dicho año. La pieza se repuso en 1920 y 1934. En 1940 se realizó una versión escénica en el Palacio del Mediterraneo, en Niza, siendo difundido por la radio francesa y monegasca. Asimismo, en 1954 sería radiada por Paris-Inter una versión abreviada de Jehudith (1937-1940).
Launis intervino, asimismo, en composiciones de música de cámara, cantatas, coros, suites orquestales y la banda musical de la primera película etnográfica finlandesa, Una boda en Carelia (1921). Fue, además, uno de los primeros investigadores y recopiladores de música popular finesa del siglo XX. Viajero solitario y apasionado, de espíritu curioso, atento a los demás, viajó a Laponia en 1904, 1905 y 1922; a Kainu, en 1902; por las regiones de Ingrie en 1906 y de Carelia en 1902 y 1905 y por Estonia, en 1930. En todas partes se relacionó detenidamente con sus habitantes, escuchándolos y tomando nota de las melodías, grabando también a cantores célebres, plañideras y tocadores de kantele, lo que nos hace evocar el papel que en su momento había desarrollado Elías Lönnrot.
Otras óperas de Launis fueron El canto de la bruja (1934), El pañuelo careliano (1937), El verano que no llega nunca (1936), Erase que se era (1939), Theodora (1939) y Las llamas heladas (1957). Falleció en Niza, el 7 de agosto de 1959.
En la década de los años veinte, la vida operística de Finlandia se enriqueció con la llegada de cantantes y compañías extranjeras y, al mismo tiempo, se puso mayor atención al trabajo de dirección de la puesta en escena. Entonces florecieron los movimientos extremos –radicales o comprometidos con la tradición- y en ambos casos, la creación operística finlandesa alcanzó resultados de resonancia internacional.
Aarre Merikanto (1893–1958), hijo de Oskar Merikanto, fue uno de los fundadores del modernismo finlandés y compuso música de gran fuerza expresiva, inspirada por la variada paleta de colores de la música de Alexandre Scriabin. La música de Merikanto, romántica en su origen, se fundió de manera atractiva con elementos impresionistas y expresionistas.
Bibliografía:
Hako, Pekka. “La ópera finlandesa”. En Finfo. Ministerio de Asuntos Exteriores. Departamento de Prensa y Cultura. Helsinki, 2004.
Hilila, Ruth-Esther y Blanchard Hong. Bárbara. Historical Dictionary of the Music and Musicians of Finland. Greenwood, 1997.
Korhonen, Kimo (2000). www.musicfinland.fi