La sutileza es una de las estrategias de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife para tratar de justificar su lamentable argumento contrario al crecimiento de Tenerife Shipyards. Una empresa de alto valor añadido que quiere potenciar el protagonismo del puerto tinerfeño en el sector de las reparaciones navales y desde hace unos meses solo encuentra obstáculos. Todo son dificultades para la ubicación de un dique flotante en el dique del Este y la llegada de plataformas petrolíferas que vienen a reparar y generar riqueza, incluidos pingües beneficios para la caja de la entidad pública.
Uno de los ejemplos de esa sutileza lo encontramos en lo publicado el pasado 12 de abril en su facebook oficial, el mismo que tiene vetado a Tenerife Shipyards porque no le gustan las críticas que vierten sus trabajadores, que sienten amenazados sus puestos de trabajo y eso que la Autoridad Portuaria dice ser “una defensora a ultranza de la libertad de expresión”.
En la foto que acompaña vemos a seis buques, tres de los cuales son de tráfico cautivo y ocupan el muelle de ribera junto a la terminal de contenedores y los otros tres son petroleros, incluido el buque “Dattilo M”, al que la Autoridad Portuaria califica de “granelero”. Granelero en el argot marítimo es un buque de carga seca y en este caso se trata de un quimiquero, para ser más exactos. Como petroleros de productos lo son también los buques “Halki” y “Anafi”, en realidad “bunker ships”, es decir, barcos para el suministro de combustible en rada o abarloados, que tienen varios puntos de carga, entre otros la terminal de CEPSA en La Hondura, que sigue activa.
Con esta sutileza, la Autoridad Portuaria trata de confundir a la opinión pública para justificar su oposición a la expansión y crecimiento de Tenerife Shipyards, con todo lo que ello implica de empleo y riqueza. Sin embargo, hay argumentos que evidencian lo erróneo de su estrategia. Dos días a la semana la terminal de contenedores se llena de barcos del denominado tráfico cautivo o “feeder”, es decir, aquellos que suministran a la población. Los petroleros son los encargados de suministrar de combustible a la isla –el cierre de la refinería tiene sus consecuencias– y hacer de gasolineras flotantes. La madeja comienza a desenredarse.
Foto: Puertos de Tenerife