16 de octubre de 2021
Una nueva boca eruptiva abierta ayer tarde a unos 300 m al sureste del cono principal, de momento expulsa cenizas y piroclastos, pero no vomita lava, informa INVOLCAN. Como la colada del norte permanece estacionada y las otras dos que amenazan al barrio de La Laguna tienden a confluir en una sola y la previsión es que puedan llegar al mar, de momento no se prevé que sean necesarias nuevas evacuaciones.
La comunidad científica insiste en que se trata de un “episodio normal” en este tipo de erupciones y que o bien puede dejar de emitir piroclastos, humo, gases y cenizas o convertirse en otro punto caliente, aunque hay que esperar a ver qué cambios de producen. Ello no tranquiliza a los vecinos de la zona de la recta de Las Manchas y temen por sus casas y el cementerio, que sigue indemne, aunque la lluvia de cenizas impresiona y ha llegado a toda la isla.
“Se constata el mecanismo estromboliano de la erupción, observándose un aumento de las fases efusivas frente a las explosivas, lo que está originando un mayor aporte de lava y menor expulsión de piroclastos y cenizas”, señala el informe diario del PEVOLCA. Según los expertos, la existencia de tubos lávicos y el hecho de que las coladas hayan aumentado en altura y se ensanchen ligeramente hace que el frente de estas apenas avancen.
Si no se producen nuevas desviaciones del recorrido de la lava, ni aumentan las concentraciones de gases, no está previsto, por el momento, realizar nuevas evacuaciones.
Se siguen monitorizando las coladas que se ubican al sur de la montaña de La Laguna. La colada que se encuentra más próxima ha continuado evolucionando en dirección oeste y en estos momentos se sitúa a una distancia de unos 300 ó 400 m del mar, con una velocidad de avance más lenta que ayer.
En cuanto a la colada situada más al norte y de la que surgió un apéndice, ha continuado avanzando a un ritmo lento en una zona ya evacuada, por ser la más activa en cuanto al avance de las coladas.
Respecto a la sismicidad, está mantenida a una profundidad situada entorno a 36-37 kilómetros y no hay datos que hagan pensar que vaya a cambiar esta tendencia, por lo que existe una clara probabilidad de que en los próximos días se produzcan terremotos más sentidos por la población debido a su intensidad.
Las condiciones meteorológicas actuales son desfavorables en cuanto a la calidad del aire, debido a la presencia de una inversión térmica acusada, el incremento de la suspensión de partículas inferiores a 10 micras (PM10) a causa de la presencia de polvo desértico como consecuencia de la entrada de una masa de aire de origen sahariano. Las previsiones apuntan a que esta situación se extienda durante las próximas 24–36 horas.
Ante un posible empeoramiento de estos valores, desde el PEVOLCA podrían adoptarse medidas puntuales de confinamiento de la población en el entorno de riesgo, como ya se ha hecho en otras ocasiones.
En cuanto a las conexiones aéreas, la disposición actual y la prevista del penacho ha provocado la caída de cenizas en el aeropuerto de La Palma, afectando en su operatividad, en los días inmediatos. Además, es probable que la nube de cenizas pueda perjudicar al espacio aéreo comprendido entre La Palma, La Gomera y el norte de Tenerife.
Por lo que se refiere a la superficie afectada por el proceso eruptivo, a día de hoy asciende a 724,41 hectáreas, 27,85 más que el día anterior. La anchura máxima es de 2.350 metros entre las coladas inferiores. En cuando a los daños registrados en las infraestructuras, según el satélite Copernicus UE 1.826 construcciones se encuentran destruidas y 97 dañadas parcialmente o en peligro, lo que hace un total de 1.923 edificaciones afectadas. Según los datos facilitados por el catastro, las construcciones afectadas ascienden a 1.058, de las cuales 854 son de uso residencial.
La altura de columna de cenizas y gases medida hoy, así como su dispersión, alcanza 4.500 m.
Día 27 de la erupción, en la cámara de Facundo Cabrera
Sonda de temperatura nocturna
“No es Marte”, aclara un tweet del IGME CSIC. Se trata de técnicos de ambas instituciones y de la UME calibrando la sonda de temperatura para comenzar los trabajos nocturnos de toma de datos en las proximidades del cráter del volcán que acontece en la isla de La Palma. Van vestidos con trajes especiales para resguardarse de las altas temperaturas.

Mediciones para la actualización cartográfica de La Palma
El buque hidrógrafo “Malaspina” (A 31) se encuentra navegando entre ambas bandas de la isla de La Palma –este mediodía estaba posicionado frente a Fuencaliente–, realizando diferentes mediciones en la actualización cartográfica de La Palma, La Gomera, El Hierro y Gran Canaria, de acuerdo con el plan trazado por el Instituto Hidrográfico de la Marina, con sede en Cádiz.
Según informa la Armada, con motivo de la erupción volcánica que acontece en la isla de La Palma, se podrán realizar comprobaciones batimétricas y geodésicas. Para ello, las capacidades hidrográficas del buque están reforzadas con una embarcación hidrográfica transportable Narwhal, que puede ser desplegada en cualquier momento.
Asimismo, a raíz de la colaboración del Real Instituto y Observatorio de la Armada (ROA) con el ICM-CSIC, se transportarán y se desplegarán dos sismómetros de fondo marino (OBS) de banda ancha en las proximidades de La Palma, que complementarían a las estaciones sísmicas ya desplegadas en tierra.
Los datos obtenidos por OBS permitirían el estudio posterior de la erupción, mejorando las localizaciones de los terremotos, la resolución de la tomografía sísmica, la estimación de mecanismos focales y la mejora en el estudio de señales hidroacústicas.
El próximo miércoles, 20 de octubre, el buque hidrógrafo “Malaspina” recibirá a bordo a los participantes en la segunda reunión del Comité Nacional del Decenio de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible 2021-2030, que se celebra con la participación del DINSHIDRO.

Prueba de fondeo del buque “Tomasso S” en Puerto Naos
La prueba de fondeo frente a la playa de Puerto Naos del buque quimiquero “Tomasso S”, fletado por el Ministerio para la Transición Ecológica con la finalidad de bombear agua de riego a las fincas afectadas por el volcán de La Palma en la zona platanera comprendida entre Las Hoyas y El Remo, ha culminado con éxito.
Para ello ha sido preciso instalar una monoboya con un “muerto” de 42 toneladas que hace posible el fondeo del citado buque, y la ayuda por popa del remolcador “Threintayuno”, de la flota de RUSA. El citado buque tiene una capacidad de carga de 8.500 metros cúbicos.
Desde tierra se trabaja en la instalación de dos desaladoras y las instalaciones necesarias para el bombeo del agua de tierra desde el buque quimiquero, cuyos tanques han sido limpiados y certificados para la carga y/o descarga de agua de riego.

Fotos: Primitivo Jerónimo Pérez, Alberto Pérez Fernández, IGME CSIC UME y Facundo Cabrera para puentedemando.com