El lago Inari [Inarijärvi/Inarinjärvi] es el más grande de la región de Laponia y el tercero en importancia de Finlandia. Está situado al norte del Círculo Polar Ártico, a 118,7 metros sobre el nivel del mar y ocupa una superficie de 1.040,28 kilómetros cuadrados. Mide 80 kilómetros de largo y 50 kilómetros de ancho y se le calcula un volumen de agua de 15,9 kilómetros cúbicos, con una profundidad media de 15 m y máxima de 92 m. La longitud de la costa es de 3.308 kilómetros.
Está salpicado por 3.318 islas. Las mayores son Kaamassaari y Mahlatti, con una superficie de 21 kilómetros cuadrados cada una. Le siguen Leviä Petäjäsaari, Vartasaari, Iso Jäässari, Hoikka Petäjäsaari, Viimassaari, Iso Roiro, Navduusualuj, Taplassari y Tervasaari. Las más conocidas son Hautuumaasaari –llamada también la “isla cementerio”, pues fue camposanto del pueblo sami– y Ukonkivi, es decir, “piedra de Ukko”, el poderoso dios del trueno, un lugar sagrado y de sacrificio de animales de los antiguos pobladores de la zona, que es Patrimonio de la Humanidad desde 1990.
En tiempos más cercanos, el lago es la casa de la bruja Serafina Pekkala, salida de la pluma y la imaginación del escritor británico Phillip Pullman. Desde noviembre hasta comienzos de junio permanece helado. En los meses de verano es un lugar preferido para la pesca de especies típicas de lagos (truchas, salmones, tímalos, percas y lucios). El caudal hacia el norte está regulado por la central hidroeléctrica Kaitakoski, en Rusia y desagüa a través del río Paatsjoki y desemboca en el fiordo de Varenger, en el mar de Barents.
El lago pertenece al municipio Inari, que es el más grande de Finlandia. Ocupa una superficie de 17.333 kilómetros cuadrados, de los que 2.280 kilómetros cuadrados están cubiertos de agua. La población ronda los siete mil habitantes, de los que un tercio son de la etnia sami y medio millar habla la lengua autóctona. Está constatada la presencia humana desde la Edad de Piedra en el yacimiento de Vuopala. En 1873 el arqueólogo sir Arthur Evans realizó excavaciones en la isla Ukko, donde encontró restos de animales de sacrificios del pueblo sami.
Foto: Glysiak y Google Earth