La vida marinera del segundo “Valentina Frías” (1960-1986)

A continuación de la incorporación del buque “Alejandro Zubizarreta” –segundo con este nombre en la historia de Compañía Naviera Vascongada, entregado en septiembre de 1959–, un bonito bulkcarrier con puente al centro, al estilo de los petroleros de la época, la citada naviera recibió el segundo “Valentina Frías”, que en sus orígenes tenía una buena siembra de puntales para atender las operaciones de carga y/o descarga de sus cinco bodegas.
Era un barco bien proporcionado, perteneciente a una serie de bulkcarriers de primera generación de la construcción naval española, entre los que recordamos a los buques “Martín Zubizarreta” y “Conde de Abásolo” –también de Compañía Naviera Vascongada, aunque introducían algunas modificaciones–, así como “Las Arenas”, el tristemente célebre “Luchana” y “José Luis Aznar”, de Naviera Bilbaína y “Monte Sollube” y “Monte Palomares”, de Naviera Aznar.
Construcción número 90 del astillero de la Sociedad Española de Construcción Naval, en Sestao (Vizcaya), el 29 de febrero de 1960, lunes en el almanaque, se procedió a la botadura del nuevo buque, ceremonia en la que actuó de madrina la homenajeada, Valentina Frías de Ibarrondo. Entre los asistentes se encontraba el subsecretario de la Marina Mercante, almirante Jáuregui; el comandante de Marina, capitán de navío Ribera; Alejandro Zubizarreta y su esposa Valentina Frías Madariaga y otras autoridades.
Inscrito en la matrícula naval de Bilbao, el buque “Valentina Frías” entró en servicio en mayo de 1960, después de realizar las pruebas de mar en aguas del Cantábrico, en las que alcanzó una velocidad de 15,6 nudos. Dedicado a los tráficos internacionales de graneles, en su primera etapa cruzó el Atlántico norte en demanda de los puertos estadounidenses del Golfo de México.
En diciembre del citado año fue detenido por la Administración de Aduanas de Mobile debido a que el capitán no había manifestado “artículos de cerveza, cigarrillos y vino”, por lo que le fue impuesta una multa de 2.722,16 dólares. En aquel viaje el buque había realizado escalas en Nueva York, Newport News, Galveston y Mobile, donde dos marineros del buque “Science” fueron detenidos portando cada uno nueve botellas de licor, que dijeron haberlas comprado a bordo al mayordomo del “Valentina Frías”. De la inspección de las agentes aduaneros se determinó que, menos el vino, los otros productos incautados eran de producción nacional.
En numerosas ocasiones también cruzó el Atlántico sur para traer cargamentos de trigo de Brasil y Argentina para España y hubo un tiempo en el que estuvo fletado por Orient Med-East, recorriendo puertos del norte de Europa, Mediterráneo y Oriente Medio.
Luego se le suprimieron los puntales y quedó convertido en un bulkcarrier puro –en algunas ocasiones cruzó a EE.UU. y Canadá, pintada la superestructura de color ocre–, siendo frecuente su presencia en los puertos de Arguineguín y Santa Cruz de Tenerife con cargas de clinker para la industria cementera, etapa que se prolongó hasta mayo de 1986, en que se vendió para desguace y acabó su vida marinera a manos del personal de Hierros Novoa en Algeciras.
De 8.691 toneladas brutas, 6.051 toneladas netas y 13.020 toneladas de peso muerto, medía 144,51 m de eslora total –134 m de eslora entre perpendiculares–, 18,65 m de manga, 12 m de puntal y 9,10 m de calado. Tenía una capacidad de carga de 18.793 metros cúbicos y estaba propulsado por un motor Burmeister & Wain 662-VTBF-115 –fabricado, bajo licencia, en los talleres de La Naval en Sestao–, sobrealimentado, con una potencia de 4.000 caballos sobre un eje y una hélice de paso fijo, que le permitía mantener una velocidad de 15,2 nudos. Código IMO 5375606.
Bibliografía
Díaz Lorenzo, Juan Carlos (2018). La construcción naval en España (1850-1975). Tomo II, Santa Cruz de Tenerife.
Ingeniería Naval, nº 297, marzo de 1960.
Valdaliso Gago, Jesús (2006). La familia Aznar y sus negocios (1830-1983). Ed. Marcial Pons, Madrid.
Foto: Teodoro Diedrich vía Alberto Mantilla Pérez
2 Comentarios
Estos barcos creo que no eran bulkcarriers, ya que no tenían bodegas autoestibantes, es decir con tanques altos y bajos para tal fin y tenían que instalar arcadas en los cargamentos de grano, un error de diseño ya que se dedicaron a este tráfico, es más creo que hasta tenían entrepuentes.
En efecto, Swell, en origen tenían entrepuentes.