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La vida marinera del petrolero «Puertollano» (1978-1994)

El más longevo de los siete petroleros de la serie «Castillo de Lorca» construidos en el astillero de la Empresa Nacional Bazán, en Ferrol, fue el último de la serie, llamado «Puertollano», segundo con este nombre en la historia de la Marina mercante española. En julio de 2011 fue vendido para desguace después de 33 años de vida marinera, de los cuales los últimos 14 años como unidad FPSO en aguas de Vietnam con el nombre de “Rang Dong 1”, operado por SBM Diamond Venture S.A. y abanderado en Bahamas. A excepción de algunas modificaciones en la cubierta, proa y popa para el cumplimiento de su función, fácilmente podemos reconocer al antiguo petrolero de REPSOL Petróleo.

El proyecto está basado en el desarrollo del petrolero “Álvaro de Bazán” y atendía a las necesidades planteadas en la década de los años setenta para el suministro de crudo a las refinerías españolas. En total se construyeron siete buques por encargo de cuatro grandes compañías españolas, dos de ellas dedicadas al refino: Empresa Nacional Elcano de la Marina Mercante, Naviera Vizcaína, CEPSA y REPESA, luego ENPETROL y REPSOL.

La serie se inició con el buque “Castillo de Lorca” (diciembre de 1975), «Almirante Rotaeche» (julio de 1976), “Gerona” (diciembre de 1976), “Castillo de Montearagón” (mayo de 1977), “Valencia” (noviembre de 1977) y “Lérida” (mayo de 1978). El último de ellos es el protagonista de esta crónica. Construcción número 158, el 1 de junio de 1977 se procedió a su puesta de quilla y el 9 de diciembre del citado año resbaló por la grada con el nombre de “Puertollano” y entró en servicio el 4 de diciembre de 1978.

Cuando salió a navegar era un buque de 92.354 toneladas brutas, 67.581 toneladas netas y 173.087 toneladas de peso muerto, siendo sus principales dimensiones 290,69 m de eslora total –275 m de eslora entre perpendiculares–, 46 m de manga, 24 m de puntal y 18,61 m de calado máximo. Disponía de 17 tanques con una capacidad de carga de 208.209 metros cúbicos. Propulsado por dos turbinas Bazán-Kawasaki VA 350, que tomaban vapor de dos calderas de alta presión y le permitía desarrollar una potencia de 32.000 caballos acoplado a una reductora y un eje. En las pruebas de mar alcanzó una velocidad de 16,5 nudos, con un consumo de 162,5 toneladas de fuel por singladura. Código IMO 7396783.

Los siete petroleros, como tales, ya dejaron de existir. Todos han sido desguazados, después de varios cambios de propietarios. Sólo sobrevive parte del casco del petrolero “Almirante Rotaeche” –que también fue reconvertido en FPSO en su etapa como «Nan Hai Xi Wang»–, transformado en un pontón sin propulsión que en la actualidad se llama «Elite Prosperity» para el transporte de cargas pesadas.

Los barcos de Elcano protagonizaron la célebre “Operación Elcano” desarrollada en la Empresa Nacional Bazán, en Ferrol. Las secciones de popa fueron cortadas y unidas a las secciones de carga de los nuevos “bulkcarriers” “Castillo de Lopera” y “Castillo de la Luz”. Años después se produciría un proceso similar en astilleros de Singapur, cortando las popas de los cuatro barcos para unir las de propulsión diesel a las secciones de carga de los “bulkcarriers”, lo cual dio origen a los buques “Castillo de Simancas” y “Castillo de Belmonte”.

Los tres petroleros de CEPSA fueron vendidos en 1988 a Maersk España y rebautizados «Maersk Gerona», «Maersk Valencia» y «Maersk Lérida». Después formaron parte de la primera flota de Naviera F. Tapias y, revendidos a armadores griegos, hace tiempo que acabaron sus vidas marineras en el desguace.

En 1980 la flota de ENPETROL estaba formada por cuatro petroleros que sumaban 300.250 TRB, lo que la situaba en el octavo puesto a nivel nacional. En noviembre del citado año se incorporó el petrolero “Tarraco Augusta” –el último gigante de ASTANO- y ostentó el honroso título de ser el buque más grande que había enarbolado su contraseña. Sin embargo, en poco tiempo, el impacto de la crisis se hizo evidente, pues entre 1984 y 1985 ENPETROL se desprendió de cuatro buques: “Montesa”, “Calatrava”, “Alcázar” y “Tarraco-Augusta”.

REPSOL nació como grupo petrolero el 31 de julio de 1987 en el seno del Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH). En el momento de su fundación lo hizo con la integración de varias empresas petroleras nacionales de gran tradición, como ENPETROL, sucesora de REPESA; PETRONOR y Petroliber.

En diciembre de 1987 el petrolero “Puertollano” pasó a enarbolar la contraseña de REPSOL Petróleo y en 1990, en unión del “Cartaghonova”, se integraron en REPSOL-Naviera Vizcaína, así como los butaneros procedentes de BUTANO y el asfaltero “Ampuries”, dando comienzo así a una nueva etapa, que resultó breve, dando que en poco tiempo se produciría la enajenación de la flota existente.

Se cerró, así, la etapa de flota propia, que había comenzado en 1958 y 1959, cuando pasaron a su propiedad cuatro petroleros del tipo T del Plan de Nuevas Construcciones de la Empresa Nacional Elcano de la Marina Mercante, entre ellos el primer “Puertollano”, que había sido construido en el citado astillero ferrolano y puesto en servicio en diciembre de 1955.

En su última etapa, transformado en el FPSO "Rang Dong 1"
En su última etapa, transformado en el FPSO «Rang Dong 1»

En 1994 el petrolero “Puertollano” fue vendido a la sociedad Ermis Maritime y rebautizado “Enalios Ethra”. En marzo de 1996 pasó a la contraseña de Fosmare Shipping Co. Ltd. (gerencia de Dorchester Maritime Ltd.) con el nuevo nombre de “Prostor” y en 1997 lo compró SBM Offshore para su conversión en FPSO (Floating, Production, Storage and Offloading unit). Los trabajos se realizaron en las instalaciones del astillero Hitachi Zosen Singapore Ltd., dotándole, además, de una plataforma para un helicóptero a popa de la superestructura.

Rebautizado “Rang Dong 1” en julio de 1998, desde entonces estuvo operado por un consorcio formado por Petro Vietnam, Conoco Phillips, MHI y Mitsubhisi Corp., ocupándose esta última de su operación y mantenimiento en el campo Rang Dong. Con capacidad para un millón de barriles y 53.000 barriles diarios de crudo procesado, así transcurrieron otros catorce años hasta que, concluido el contrato, causó baja y se procedió a su desguace.

Bibliografía:

Díaz Lorenzo, Juan Carlos. “La estela del petróleo”. Santa Cruz de Tenerife, 1996.

Fotos: Archivo de Juan Carlos Díaz Lorenzo y M. Yasin Bhuiyan (shipspotting.com)

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