Cuando acabó la Segunda Guerra Mundial, la compañía naviera alemana OPDR comenzó la reconstrucción de su flota, que había sufrido importantes bajas. Durante unos meses cubrió el servicio con buques fletados, mientras los astilleros Deutsche Werft A.G., de Hamburgo, trabajaban en la construcción de nuevas unidades. A partir de 1950 restableció las líneas de Portugal, Levante español y Marruecos, con la puesta en servicio de los buques «Oldenburg», «Las Palmas», «Rabat» y «Tenerife». En 1951 reanudó el servicio frutero de Canarias con los buques «Tánger» y «Lisboa» y en 1952 reforzó su presencia en el tráfico marítimo con la entrega de los nuevos buques «Ruhrort», «Duisburg», «Melilla» y «Tazacorte», estos dos últimos destinados también a las líneas del archipiélago canario.
El 28 de abril de 1951 arribó el frutero «Tazacorte» en su primera escala al puerto de Santa Cruz de La Palma, procedente de Hamburgo y Las Palmas de Gran Canaria. Aquel día compartió atraque con el buque «Ciudad de Salamanca», de la flota de Compañía Trasmediterránea y a bordo se celebró una recepción en presencia del gobernador civil de la provincia, Carlos Arias Navarro, así como el presidente del Cabildo, Fernando del Castillo Olivares y el consignatario Jacob Ahlers. Esa misma noche el recién estrenado buque continuó su viaje a Santa Cruz de Tenerife, llevando a bordo al gobernador civil, a quien acompañaba su secretario particular, José Duque Alonso; el inspector provincial de Falange, Julio Guigou; el secretario general del Gobierno Civil, Lázaro Sánchez-Pinto Suárez y el ingeniero de Obras Públicas, Juan Amigó de Lara. Esta representación se encontraba en La Palma desde el día 21, en que había llegado a bordo del buque «Ciudad de Melilla» y durante su estancia, según informa «Diario de Avisos», visitaron varias localidades reuniéndose con los alcaldes y el presidente del Cabildo Insular para abordar la red de abastecimiento de agua.
En el muelle Sur del puerto tinerfeño el frutero «Tazacorte» cargó mil toneladas de plátanos y 40.000 cestos de tomates y cuando terminó sus operaciones fue despachado por Ahlers. El periódico tinerfeño «La Tarde» saludó en su primera página la primera escala del buque Tazacorte» con un artículo del escritor y periodista Felipe Lorenzo. Posteriormente, el pueblo de Tazacorte rindió un emotivo homenaje a la compañía OPDR y le hizo entrega de un artístico cuadro, donde aparece el proyecto de un puerto en el mismo emplazamiento donde acabaría siendo construido medio siglo después.
Construcción nº 636 del astillero de Hamburgo, era un buque de 3.079 toneladas brutas, 1.619 toneladas netas y 4.630 toneladas de peso muerto, siendo sus principales dimensiones 98,70 m de eslora total, 14,53 m de manga, 8,21 m de puntal y 6,73 m de calado máximo. Estaba propulsado por dos motores diésel MAN, con una potencia de 3.600 caballos sobre un eje y mantenía y 14,5 nudos de velocidad. En cuatro bodegas tenía capacidad para el transporte de 205.084 pies cúbicos de carga en grano -189.940 pies cúbicos en balas- y para las operaciones en puerto disponía de diez plumas de dos toneladas de potencia de izada cada una. Tenía, además, camarotes para diez pasajeros y llevaba una tripulación de 29 hombres.
Durante casi veinte años, el frutero alemán «Tazacorte», en unión de sus gemelos y otros buques de su misma contraseña, así como las modernas motonaves «Lichtenstein» y «Liebenstein», del Norddeustcher Lloyd, cubrió la línea entre Canarias y los puertos alemanes. Su estampa marinera se hizo muy popular y querida en los puertos de su itinerario de Canarias -especialmente en Santa Cruz de La Palma- donde cargaba las piñas de plátanos envueltas y rellenas de pinillo [pinocha] y los cestos de tomates, que se amontonaban en los entrepuentes y las bodegas asistidas por ventilación eléctrica.
En 1965 entró en servicio el buque «Gran Canaria», que fue una de las últimas unidades convencionales de la compañía alemana, así como los cuatro costeros de la serie Cádiz en 1967. A comienzos de la década de los setenta, OPDR dio un giro radical en su estrategia y en 1971 vendió 14 unidades, con una antigüedad de casi veinte años, entre los que se encontraban los buques «Las Palmas», «Tenerife», «Gran Canaria» y «Tazacorte».
La evolución del tráfico marítimo, con la progresiva implantación del contenedor, los había desplazado por nuevas y más modernas unidades, que atendían el servicio en mejores condiciones. El comprador del frutero «Tazacorte» fue la compañía Guam Guam Shipping Co., de Singapore, siendo rebautizado «Golden Sea», nombre con el que navegó en aguas de Extremo Oriente hasta 1973, en que se vendió para desguace en Kaohsiung (Taiwán).
Foto: Klaus Rieper vía Nicolás Arocha
Bibliografía:
Díaz Lorenzo, Juan Carlos (1993). La Palma y el mar. Presidencia del Gobierno de Canarias. Madrid.