Organizado por el Ayuntamiento y la Comandancia Naval de Algeciras, este jueves se celebrará en el centro documental “José Luis Cano” de la capital algecireña un acto conmemorativo en memoria de la tragedia del dragaminas “Guadalete”, que se hundió el 25 de marzo de 1954 en aguas del Estrecho de Gibraltar.
El trágico suceso provocó el fallecimiento de 34 miembros de la dotación, de un total de 78 hombres, de los que 23 fueron dados por desaparecidos. El comandante del Ejército de Tierra retirado Ignacio Mollá Ayuso pronunciará una conferencia sobre este tema, considerado el naufragio más grave de la Armada tras la guerra civil. Dicha conferencia, en la que aportará datos desconocidas, será impartida en los próximos días en San Fernando y en Chiclana.
La crónica del suceso recuerda que el dragaminas “Guadalete” (DM-5) zarpó en la noche del 24 de marzo de 1954 del puerto de Ceuta, donde tenía su base, para realizar una patrulla de vigilancia marítima por la costa norte de África, camino de Melilla. Tras remontar Punta Almina comenzaron los problemas debido al fuerte temporal de levante reinante, la mala calidad del carbón y las inadecuadas características del buque, de proyecto alemán proyectado para las aguas más tranquilas del Báltico.
Después de 18 horas luchando contra el temporal, y tras el intento de su comandante, el teniente de navío José María González de Aldama, de encontrar refugio en el puerto de partida o en la bahía de Algeciras, el buque se hundió en torno a las 18,30 h del 25 de marzo de 1954. El naufragio se produjo a las 19 millas al este de Ceuta y unas 30 millas al sur de Marbella. La dotación abandonó el buque y aunque varios buques acudieron en su ayuda –entre ellos el ferry “Virgen de África”, de Trasmediterránea–, el mercante italiano “Podesta” consiguió salvar a 44 hombres y de los 34 desaparecidos solo se lograron recuperar once cadáveres.
Después de medio siglo de aparente olvido, desde marzo de 2014 se vienen sucediendo actos conmemorativos de esta tragedia. En aquel año, la Armada organizó un homenaje en Ceuta, donde se inauguró un monumento y en San Fernando (Cádiz), ciudad en la que residía la mayor parte de la dotación.
En la madrugada del día 25, el jefe de máquinas alertó de la imposibilidad de mantener una velocidad constante debido a las limitaciones de la caldera de carbón en la mar agitada y el hecho de que el carbón, de mala calidad, se había mojado, lo cual impedía al dragaminas “Guadalete” mantener los ocho nudos necesarios como velocidad mínima para el necesario gobierno del buque.
La sucesión de acontecimientos adversos –pérdida de velocidad, desequilibrio de pesos, pérdida de presión en calderas, entrada de agua, pérdida de comunicaciones con tierra, inundación de compartimentos, fallo de servomotor, apagado de las calderas, pérdida total de gobierno y mar embravecida– se aliaron funestamente contra el denodado esfuerzo de su dotación.
Foto: cedida
4 comentarios
El Sr. Moyá Ayuso, no pertenece al Ejército de Tierra, es miembro de la Armada, creo que Capitán de Navío en la Reserva.
El Capitán de Navío es Luis, hermano de Ignacio. Esta historia les toca muy de cerca a los hermanos Mollá pues su padre acababa de dejar el mando del Guadalete y conocía a toda la dotación del buque.
Magnífica conferencia, muy conmovedora con tantos ejemplos de heroismo.
Este temporal lo pasamos en el Miguel de Cervantes y no se puede explicar yo tuve que hacer de SERVÍ OLA en la popa, se dijo que elGUADALETElos barcos se acercaron demasiado y los estampaban h Icontra las MAMPARAS GLORIA Y EPD.
La verdad que hay que tener vocación para meterse en una embarcación como esa desafiando la muerte.