“El principal problema de los navieros en este tipo de transporte es que se demandan altas frecuencias y tarifas bajas, mientras que la carga transportada está claramente descompensada, y los servicios e infraestructuras suelen ser más caros y de peor calidad que en la Europa continental”, afirma Miguel Pardo, director comercial de Trasmediterránea.
Miguel Pardo ha participado hoy en el seminario “Transporte e insularidad: limitaciones y perspectivas”, organizado por la Conferencia de Regiones Marítimas Periféricas que se ha celebrado en la sede de la Cámara de Comercio de la capital balear.
En dicho encuentro se ha debatido sobre la situación del transporte marítimo en las regiones insulares, con los principales problemas desde el punto de vista del naviero y propuestas para que las políticas de la UE permitan mejorar la situación actual.
En el lado positivo, Miguel Pardo ha destacado que “el tráfico de pasajeros, además de carga, de los buques que conectan las islas permite mejorar la rentabilidad”, a pesar de que la influencia del transporte aéreo es enorme temporada alta.
El director comercial de Trasmediterránea ha concluido que las ayudas al pasajero deberían permitirle elegir libremente su medio de transporte preferido. «A día de hoy, se penaliza el barco frente al avión al subvencionar sólo el tramo marítimo en el primer caso frente al total del trayecto en el segundo. Y eso supone adicionalmente premiar un medio de transporte más contaminante frente a uno más limpio”, afirma Miguel Pardo.
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