Con notorio retraso ante la demanda del mercado, el fabricante aeronáutico Douglas Aircraft Company anunció en abril de 1965 el alargamiento del fuselaje del avión Douglas DC-8, con tres nuevas variantes –61, –62 y –63, que sería conocida como Super 60. Esta decisión salvó la continuidad de Douglas, que había estado a punto de quebrar pues había vendido menos de trescientas unidades de las tres variantes precedentes.
Sin embargo, la serie Super 60 cambió el panorama y cuando el programa se cerró en 1972, Douglas había fabricado 262 aviones DC-8 de las tres nuevas variantes, que correspondía entonces el mayor avión de pasajeros disponible, con una capacidad máxima para 269 pasajeros. Este liderazgo se mantendría hasta 1970, en que comenzó la era del mítico Boeing B-747 Jumbo y 1972, en que apareció su hermano mayor Douglas DC-10.
Foto: vía Enrique Vera Bencomo