Los trasatlánticos “Michelángelo” (IMO 5234113) y “Rafaello” (IMO 5289106) fueron el punto culminante de la construcción naval italiana a mediados de la década de los años sesenta y exponente singular de la compañía estatal Italia di Navigazione. Durante casi doce años, hasta su venta en 1977 a Irán, fueron el máximo emblema de la Marina Mercante de Italia.
Construidos en los astilleros Ansaldo, factoría de Sestri Ponente y Cantieri Riunitti dell’ Adriático, Trieste, entraron en servicio en abril y julio de 1965, respectivamente.
Llama la atención la sencillez del puente de mando, en el que desde el ángulo de estribor que está tomada la fotografía no se aprecia la pantalla del radar. “Tampoco había mucho más que poner”, nos escribe el capitán Roberto González Díaz. “En esa época todavía lo importante eran las personas”.
De 45.911 toneladas brutas y 9.190 toneladas de peso muerto, medían 276,20 m de eslora, 30,10 m de manga y 10,40 m de calado máximo. Disponían de alojamiento para 1.775 pasajeros, de ellos 535 en primera clase, 550 en clase cabin y 690 en clase turista.
Estaban propulsados por cuatro turbinas de vapor Ansaldo, que desarrollaban una potencia de 64.902 kW y mantenían una velocidad de crucero de 26,5 nudos, aunque en las pruebas de mar superaron los 31 nudos.
Ambos buques destacaron no sólo por su silueta estilizada y elegante, sino también por su llamativo diseño, en el que las chimeneas estaban rodeadas por una celosía en forma de jaula y equipadas con largos spoilers diseñados para la canalización del humo y el hollín.
Foto: archivo de Juan Carlos Díaz Lorenzo