Cuatro meses después de que la patrullera “Río Águeda” (M 56) encallara en la orilla del río Guadalquivir tras deslumbrar a su piloto de noche con un puntero láser desde una narcolancha a la que perseguía, el citado buque del SEMAR se encuentra haciendo pruebas de mar en aguas de la bahía de Cádiz, previas a su próxima reincorporación.
“Río Águeda” y “Río Belelle” son dos patrulleras de fibra tipo Gondán 21 construidas por Astilleros Gondán para el Servicio Marítimo de la Guardia Civil, con base en Algeciras y Cádiz y entraron en servicio en 2015.
Son buques construidos en fibra de vidrio (PRFV) y refuerzo de KEVLAR, de 20,90 m de eslora y 5 m de manga, diseñadas para navegación sostenida y misiones de vigilancia y lucha contra el narcotráfico y la inmigración irregular, además de la protección del medio marino, en el ámbito de los cometidos propios de la Guardia Civil.
Tienen una autonomía de 700 millas y una vida útil estimada de 15 años. Están propulsadas por dos motores MAN que suman 2.200 caballos de potencia y accionan igual número de waterjets Rolls Royce, lo que les permite alcanzar una velocidad de 36 nudos. Cada embarcación está operada para seis tripulantes agentes de la Guardia Civil.
Foto: Daniel Ferro