Los enemigos, que los hay, de la operación de compra-venta de Trasmediterránea por parte de Naviera Armas están utilizando todos los medios a su alcance para torpedear el cierre de la misma, que está pendiente del dictamen de la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Aún no se ha pronunciado, pero es previsible que lo haga cuando haya estudiado todos los factores que concurren y, a priori, no parece que haya grandes inconvenientes.
Mientras tanto, otros tiran barro a la pared y yerran en su intento. Es rotundamente falso que Acciona cerrara el acuerdo con Naviera Armas ante un supuesto «descuido» de Balearia. Los nervios y la incertidumbre parece que están pasando factura, pues el desembarco de la naviera canaria en la red de Baleares a través de la “nueva” Trasmediterránea podrá alterar, y mucho, la relación de fuerzas existente en la actualidad.
Razón por la cual, los hay que andan tirando la casa por la ventana, con unas programaciones sobredimensionadas que pasarán factura en términos económicos y de ocupación y con el combustible al alza. Mientras tanto, el equipo de Antonio Armas, en su línea habitual, sigue trabajando en la sombra y no hay filtraciones sobre lo que se avecina, aunque ya lo dice el refranero: a buen entendedor, pocas palabras basta.
Foto: Juan Carlos Díaz Lorenzo