Leonell Fleisher, ibicenco de origen alemán, es el propietario de una empresa en apariencia modesta y discreta llamada Aquabus, que participa en la línea Ibiza-Formentera –la de mayor demanda de pasaje en verano de todo el país, algo realmente impresionante– con unos barquitos “low cost” que han servido para consolidar su presencia en este tráfico.
Tercero en el escalafón de una línea en permanente discordia que genera considerables ingresos y pingües beneficios a sus principales actores, caso de Trasmapi y Balearia, Aquabus anuncia el final de una etapa y el comienzo de otra con la incorporación, el próximo verano, de dos catamaranes recién adquiridos de segunda mano en Filipinas, que ya están camino de Ibiza a bordo del buque dique “UNL Flash”.
Solo que a diferencia de Trasmapi, que ha comprado tres catamaranes bastante entrados en años –sin olvidar el remolque del que se hundió por el camino cuando venía desde Trinidad y del que más nunca se supo–, Aquabus ha conseguido en Filipinas dos buques de alta velocidad de 2018, que todavía se llaman “Magalang Express” (IMO 9840013) y “Malambing Express” (IMO 9840001).
Dos catamaranes construidos en el astillero Damen Singapore con capacidad para 410 pasajeros, que mantienen una velocidad de 30 nudos propulsados por cuatro motores Caterpillar C32 Acert Tier III, con una potencia total de 4.056 HP y por lo que se puede ver en la web de la compañía filipina Mabuhay Maritime Express, están impecables. Aunque todo parece indicar que serán emplazados en la línea estrella Ibiza-Formentera, en la que serán los más nuevos y novedosos, aunque no se descarta que puedan operar en la línea Sant Antoni-Denia, dado que cumplen con las discutidas restricciones del citado puerto ibicenco y posibles extensiones a Formentera.
La noticia del movimiento de ficha de la aparente modesta Aquabus se le ha atragantado especialmente a Trasmapi, que había respirado aliviada cuando la intrusa FRS Iberia salió malparada por la puerta trasera. Porque este sorprendente movimiento de Leonell Fleisher es otra cosa y pone en guardia tanto a Trasmapi como a Balearia, dado que el armador de Aquabus conoce tan bien el negocio en la zona como sus principales competidores.
Foto: Unlad Pinas