Se cumplen 125 años de la iluminación por primera vez con luz eléctrica, de la plaza de la Candelaria y aledaños de Santa Cruz de Tenerife. Sucedió el 7 de noviembre de 1897 y formaba parte de un proceso sumamente lento de electrificación de la capital de Canarias, que culminó en el citado año, dado que precisaba de una central térmica que la Compañia Eléctrica e Industrial de Tenerife (CEIT) edificaría en el solar del antiguo matadero, a orillas del barranco de Santos y de una red extensa para la mejor cobertura del nuevo servicio público.
El proceso estuvo salpicado de diversas dificultades, condicionado por el proyecto de una red de alumbrado por gas, que promovía una sociedad denominada The Tenerife Gas and Coke Co., lideraba por Enrique Wolfson y mediante contrato firmado en 1888 por 50 años. Sin embargo, a causa de la oposición vecinal se rebajó a 25 años, por lo que Santa Cruz estuvo iluminada por gas hasta 1897, en que se estrenó la luz eléctrica, un proyecto que estuvo dirigido por el ingeniero Julio Cervera.
Las instalaciones del servicio eléctrico fueron bendecidas por el obispo Rey Redondo y a continuación se celebró una gran fiesta en la ciudad, según recoge la prensa tinerfeña de la época.
Este acontecimiento estaba precedido por la inauguración, el 31 de diciembre de 1893, de la luz eléctrica en Santa Cruz de La Palma, a cargo de la Sociedad Anónima Electrón. Le siguió la Sociedad Eléctrica de La Orotava, cuyo ayuntamiento acogió la propuesta del industrial Ricardo Ruiz, que también había hecho lo propio con el ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, aunque sin éxito y el 21 de septiembre de 1894 se constituyó la Sociedad Eléctrica de La Orotava. En Gran Canaria y precedido por un adelanto en Arucas, la luz eléctrica llegaría a la ciudad de Las Palmas en 1899.
Los estudios de Alejandro Cioranescu, Antonio Salgado y Luis Cola Benítez, entre otros, son reveladores de este notorio proceso que concluyó con la definitiva electrificación de Santa Cruz de Tenerife hace 125 años. La exposición de Endesa “La memoria encendida” de 2013 constituye otro excelente referente de este proceso.
Aunque la luz eléctrica en las calles principales anunciaba los cambios que iban a producirse en pocos años, el petróleo, la belmontina, el quinqué y la vela seguiría presente en muchas casas durante bastante tiempo.



Fotos: archivo de Carlos García y Miguel Bravo