La línea Málaga-Melilla sube un diez por ciento en el tráfico de pasajeros y cerrará este año en torno a 280.000 pasajeros, la cifra más alta de su historia. Más allá de este registro, lo importante es el comercio que se genera con la ciudad autónoma, con la que la capital malacitana tiene una larga relación, de ahí que tanto Trasmediterránea como la Autoridad Portuaria quieran intensificarla en el futuro.
Así lo expresaron ayer el consejero director general de la naviera, Mario Quero y el presidente de la Autoridad Portuaria, Paulino Plata. La OPE desde Málaga se ha cerrado con datos positivos, en los que destaca el tráfico de ida, registrándose incrementos entre el ocho y el diez por ciento en el tráfico de vehículos en régimen de equipaje y furgones y camiones, respectivamente.
Mario Quero informó de que está prevista una inversión de seis millones de euros en la renovación del ferry “Fortuny”, al que se añadirán 200 butacas, pasando de 1.050 a 1.250 plazas, así como una mejora de los servicios a bordo. Será una reforma progresiva, es decir, aislando zonas y con el buque en servicio y finalizarán antes de mayo de 2017, de modo que esté disponible para el próximo verano.
Foto: Trasmediterránea