La íntima satisfacción del deber cumplido de Helen Díaz de Arcaya Keating

Helen Díaz de Arcaya Keating ha dedicado toda su vida profesional a las labores consulares del Reino Unido en Santa Cruz de Tenerife. Ahora, cuando ha llegado la hora del relevo, en el horizonte de una merecida jubilación después de tantos años de trabajo y dedicación, inicia una nueva etapa en la que toca el reencuentro más cercano e intenso con los orígenes familiares en el País Vasco y en Inglaterra, que son, junto a Tenerife, los tres ejes vitales de esta mujer emprendedora, enérgica, decidida y, esencialmente, persona de bien. Sí, persona de bien sentir y de buen hacer que preside su elegante forma de ser.

Helen llegó en octubre de 1981 al Consulado del Reino Unido en Santa Cruz de Tenerife, en tiempos del siempre bien recordado cónsul Richard Keating, que llevaba entonces muchos años en el cargo, pues había empezado siendo joven, durante la II Guerra Mundial, cuando el consulado tenía su sede en la Casa Hamilton de la calle La Marina.

Dado su dominio del inglés y otras aptitudes para el trabajo en un consulado de mucha actividad debido, entre otras circunstancias, al elevado número de turistas que visitan Tenerife, así como los residentes, Helen Díaz de Arcaya Keating inició su trabajo, entonces a tiempo parcial, condición en la que transcurrieron unos años, hasta que en 1987 fue nombrada pro cónsul y vicecónsul en 1996, cargo y responsabilidad en la que ha permanecido hasta su reciente cese por jubilación.

Recordamos que en el verano de 1985, con motivo de la inauguración del observatorio astrofísico del Roque de los Muchachos en la isla de La Palma, el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) requirió de sus servicios pues necesitaban a una persona que hablará alto nivel de inglés y español y que ofreciera un nivel de seguridad y confidencialidad en la preparación de los actos de la inauguración en el mes de junio al que asistieron familias reales de varios países europeos, jefes de Gobierno y algún premio Nobel.

En reconocimiento a su trayectoria, en 2018 se le concedió la medalla MBE, miembro de la Orden del Imperio Británico, que luce con emocionado orgullo y grandísimo honor y que se la impuso el entonces embajador Simon Manley en un acto celebrado en el Real Casino de Tenerife.

En el desempeño de su cargo, Helen Díaz de Arcaya Keating ha estado presente en multitud de reuniones, eventos, situaciones de crisis y asistencias consulares, que son la parte menos visible de su trabajo, así como en actos diversos en representación del Reino Unido y entre ellos intervenciones públicas, como en la fase previa a la salida de su país de la Unión Europea.

Desde su nombramiento como vicecónsul ha sido miembro activo del Cuerpo Consular acreditado en Santa Cruz de Tenerife, del que ejerció como vicedecana entre 2021 y 2023. Hace unos días, en justo reconocimiento junto a Juan Fuentes Tabares, cónsul de Mónaco, recibió el homenaje de despedida de sus colegas cónsules, estando presentes, además, antiguos colegas que fueron especialmente invitados para la ocasión.

Helen Díaz de Arcaya Keating cierra una etapa brillante de su vida en la que siente la íntima satisfacción del deber cumplido e inicia otra con cierto sosiego, en la que la experiencia cosechada tiene merecidos frutos en el respeto, el aprecio, el cariño y la admiración por su reconocida y fecunda trayectoria personal y profesional.

Foto: cedida