La intensificación del enjambre sísmico deforma Cumbre Vieja

16 de septiembre de 2021
El Comité Científico del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico (PEVOLCA), reunido en el día de hoy, recomienda mantener el semáforo volcánico en amarillo en la zona de Cumbre Vieja, lo que incluye a los municipios de Fuencaliente de La Palma, Los Llanos de Aridane, El Paso y Villa de Mazo, sin que se descartase entonces que la actividad se intensifique a corto plazo.
Según los expertos, en las últimas horas ha continuado el registro de actividad sísmica, constatándose una disminución en el número de sismos y su magnitud. Se constata sismicidad somera (1-3 km) de baja magnitud, añadiéndose en las últimas doce horas una sismicidad a profundidades intermedias (4-5 km). La deformación ha aumentado alcanzando un valor acumulado de 10 cm, muy localizada en el entorno de la sismicidad.
El comité explica que el proceso continúa y puede tener una evolución rápida a corto plazo, sin que se descarte que puedan sucederse movimientos sísmicos de mayor intensidad.
En esta situación, el PEVOLCA reforzó el seguimiento continuo de la actividad y se comunicará cualquier cambio significativo que se observe, por lo que se recomienda a la población que se mantenga atenta a la información de Protección Civil.
El Instituto Volcanológico de Canarias (INVOLCAN) ha divulgado que el volumen del reservorio de magma que está provocando la actual crisis sísmica en La Palma, es de 11 millones de metros cúbicos, lo que equivale a la cuarta parte del volumen total del volcán Teneguía, en octubre de 1971. Cálculos referidos al volumen de magma que está presionando el subsuelo de la isla, lo que provoca los movimientos sísmicos y la deformación del terreno.
No obstante, INVOLCAN califica de “pequeño” el tamaño de ese reservorio de magma, pues el volcán Teneguía expulsó 43,01 millones de metros cúbicos de materiales volcánicos en los 24 días que duró la erupción, a un promedio de 1,79 millones de metros cúbicos diarios.
Quienes vigilan la situación de La Palma coinciden que el actual “enjambre sísmico” situado en el entorno de la Cumbre Vieja, es de origen magmático y forma parte de un proceso que en los últimos días parece haberse acelerado. Sin embargo, no necesariamente puede terminar en una erupción, pues también cabe la posibilidad de que se detenga.

Foto: Laureano García Fuentes y Rodrigo Rodríguez Palacios
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