Se han cumplido las previsiones y desde la pasada madrugada ha entrado en vigor la huelga de pilotos de Ryanair en Alemania, Suecia, Bélgica e Irlanda, lo cual ha tenido repercusiones en España. Se estima que ha afectado a unos 14.000 pasajeros y ha provocado la cancelación de 78 vuelos con origen o destino en algunos de los aeropuertos españoles a los que vuela habitualmente la aerolínea de bajo coste irlandés, de un total de casi 400 vuelos y unos 70.000 pasajeros en el conjunto del total de la programación de la jornada.
Las amenazas de Ryanair a sus pilotos y TCP’s no han surtido efecto y hoy la compañía que dirige el excéntrico Michael O’Leary vive su particular “viernes negro”, que se suma a la larga lista de cancelaciones e incidencias que vienen registrándose desde hace tiempo. Parece, asimismo, que los pilotos holandeses de Ryanair también irán a la huelga después de que la empresa tratara de impedirlo por la vía judicial y la intentona haya resultado fallida.
Los pilotos, al igual que los TCP’s, quieren negociar un convenio que recoja mejores condiciones laborales y que se rijan por las leyes y las normas de los países en los que tienen su base, y no en Irlanda, que es la sede de la aerolínea. Ryanair ha tenido que entrar por el aro en algunas cosas, pero no es suficiente. Por lo pronto ha reconocido a los sindicatos y se mantiene en sus trece de que no cambiará su modelo de negocio. Lo cual y según algunos analistas –vayan poniendo sus competidores barbas en remojo– puede que el exitoso modelo Ryanair comience su declive.
Foto: Rafa Juan