La Guardia Civil denuncia un vuelo de Iberia Express en Gran Canaria

Se ha armado un buen lío, que ha trascendido a la esfera política, con la denuncia en redes sociales –videos incluidos– de un vuelo, ayer domingo, de Iberia Express entre Madrid y Gran Canaria, en la que puede apreciarse que no se han guardado las debidas distancias de seguridad para la protección del coronavirus. A su llegada al aeropuerto de destino les esperaba la Guardia Civil, que pudo comprobar la situación y ha presentado una denuncia contra Iberia Express, al entender que se ha producido incumplimiento del real decreto 463/2020, de 14 de marzo, referido al estado de alarma que regula el distanciamiento entre pasajeros.
A continuación, los 155 pasajeros que viajaban a bordo –algo más del 70% de ocupación– pasaron los procedimientos de control de temperatura y justificación del viaje requeridos por la Benemérita, lo cual no se les había exigido en el momento del embarque, informa la edición digital del periódico La Provincia.
Dado que la tensión a bordo fue subiendo de nivel tras reclamar explicaciones al sobrecargo del vuelo y la exigencia de algunos pasajeros de que la Guardia Civil hiciera acto de presencia en el avión antes del despegue, fue el comandante de la aeronave quien explicó a través de la megafonía que Iberia Express respeta la normativa vigente que le permite operar al cien por cien de su capacidad.
Iberia Express afirma que ha cumplido con lo establecido en el decreto del estado de alarma y que la compañía aplica un plan de acción que garantiza la seguridad de sus pasajeros. Se refiere, en concreto, al sistema de aire que se renueva en vuelo cada dos y tres minutos; filtros HEPA con una eficiencia del 99,9% contra virus y bacterias, con lo cual el posible riesgo de contagio es bajo.
En el real decreto de 14 de marzo se limitan las operaciones al 50%, aunque no se especifica la capacidad de ocupación de cada vuelo. Órdenes posteriores del Ministerio de Transportes han limitado desde este lunes la capacidad de los vuelos regionales entre Canarias y Baleares al 50%, si bien no se especifica qué sucede con los vuelos desde la Península.
Los políticos, encabezados por el presidente del Gobierno de Canarias, han reaccionado exigiendo responsabilidades sobre el asunto. Sin embargo, el tono empleado en algunas declaraciones ha resultado hiriente para el personal de Iberia, tanto en aeropuertos como en las tripulaciones de cabina –los mismos que les atienden cuando vuelan a Madrid o regresan a las islas– y en foros de Iberia –aunque Iberia no vuela a Canarias, sino Iberia Express– lamentan el daño que esta situación produce en unos momentos críticos para el transporte aéreo.
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