La flota mundial de buques metaneros crecerá en 160 unidades entre 2024 (66 buques) y 2025 (94 buques) según datos publicados por el bróker marítimo Drewry. Este aumento de la flota, unido a un crecimiento limitado de la capacidad de licuefacción, está provocando una moderación de los niveles de fletes de buques metaneros.
Drewry estima que a partir de 2026 la entrada en funcionamiento de múltiples proyectos de licuefacción en todo el mundo permitirá una recuperación de este mercado.
Durante 2024, los fletes de metaneros han caído respecto a los máximos alcanzados en 2022 y 2023. A pesar de este descenso, se mantienen por encima de los niveles registrados en los años anteriores a 2019, gracias a una serie de factores. Entre ellos, destaca la fuerte demanda asiática impulsada por un verano caluroso y el revitalizado crecimiento económico de China, así como las importaciones sostenidas por parte de Japón, a pesar del aumento de la energía nuclear en su mix energético.
Otro factor clave ha sido el aumento del comercio entre EE.UU. y Asia, particularmente a través del cabo de Buena Esperanza. Esta dinámica ha permitido que el comercio de GNL entre ambas regiones crezca en 2024 en comparación con años anteriores.
Según Drewry, a corto plazo, el invierno podría traer una mayor volatilidad al mercado de fletes del GNL, impulsado por factores como la aparición de La Niña, que podría provocar un invierno más frío y provocar un aumento de la demanda de gas en Europa y Asia. Esta posibilidad estaría limitada por los elevados niveles de los stocks europeos que, a principios de octubre, alcanzaban el 94% de su capacidad.
A largo plazo, las perspectivas son más optimistas. Se prevé que el reciclaje del tonelaje más antiguo aumente en 2025, aliviando parte del exceso de oferta en la flota. Aun así, el verdadero reequilibrio entre oferta y demanda se prevé para 2026, cuando entren en funcionamiento los nuevos proyectos de plantas de licuefacción en todo el mundo y la demanda mundial de GNL, particularmente en Asia y América del Sur, absorba el crecimiento de la flota.
Para Drewry, este contexto favorecerá a los metaneros más modernos, equipados con motores de dos tiempos y tecnologías más eficientes que reduzcan las emisiones. Estos buques tendrán una mayor demanda, especialmente en Europa, donde regulaciones ambientales más estrictas como FuelEU Maritime y el régimen de comercio de derechos de emisión promoverán el uso de tecnologías más limpias en el transporte marítimo.
Drewry concluye que el mercado del transporte de GNL por vía marítima se encuentra en una fase de transición. Los fletes se mantendrán moderados en 2024 y 2025 debido a los elevados niveles de los stocks y el crecimiento de la flota. Sin embargo, las perspectivas a largo plazo apuntan a una recuperación a partir de 2026. El equilibrio entre oferta y demanda, apoyado por la creciente demanda mundial y la entrada en el mercado de nuevas capacidades de licuefacción, permitirá que los fletes se recuperen, beneficiando a los operadores que inviertan en tecnologías más limpias y eficientes.
Foto: José R. Montero para puentedemando.com