La celebración de las fiestas de San Antonio abad, patrono de Fuencaliente, correspondientes a 1925, coincidieron “con la fiesta de los Previsores del Porvenir de la sección de este pueblo, donde son numerosos los asociados, y cuyas fiestas habían sido aplazadas anteriormente por la situación especial en que se hallaban las autoridades y personas de relieve en el pueblo”.
La fiesta de aquel año fue posible, según dice la crónica de “Gaceta de Tenerife”, gracias a “la buena y discreta actuación” del cura párroco Villacián, “ha sabido aunar voluntades, afirmar las mejores disposiciones sociales por caminos de paz y concordia pública, llegando a la plausible iniciativa de la creación de una banda de música local, lo que en breve será un hecho si las cosas continúan así”.[1]
El 18 de enero de 1925, un día después de la fiesta religiosa y cívica del patrono de Fuencaliente, de celebró la fiesta de los Previsores del Porvenir, “con una concurrencia también numerosa de vecinos”, en la que se bendijo la banda de música de la Asociación, seguida de solemne función religiosa, “asistiendo unos 200 socios en formación”.
El padre paúl Cecilio Nuño, que “se encuentra encargado de esta parroquia, donde lleva ya algunos días dirigiendo personalmente los festejos, con su acertada dirección en este pueblo y con la cooperación de los demás paules, ha obtenido tantos aplausos por esta fiesta”.
El citado sacerdote “dirigió la palabra a todos los concurrentes en la plaza, siendo muy elogiado por el acierto de su discurso, revestido de talento, de paternidad bien entendida y bien dirigida, y fundándose en los colores de la bandera, explicó en alentadoras frases la importancia de los Previsores del Porvenir, y el lema que caracteriza a la entidad; disertando además sobre las palabras de igualdad, libertad y fraternidad que aunque figuren en tantas y tantas ocasiones, y sirvan de fundamento a hechos y cosas de renombre y fama, son palabras de Cristo, palabras evangélicas que no han sabido interpretar los hombres”.[2]
Los Previsores del Porvenir era una asociación mutua de ahorro para pensiones vitalicias. Fundada en mayo de 1904, el asociado pagaba una cuota mensual de una a cinco pesetas, para recibir a los veinte años de su ingreso una renta anual, pagadera por trimestres vencidos, cuyo máximo no podía exceder del total, más la mitad de las cuotas satisfechas; sobre 360 a 1.800 pesetas anuales, según hubiera hecho efectivas 240 mensualidades de una, dos, tres, cuatro o cinco pesetas. La recaudación se hacía por medio de cobradores, rentistas o mediante ingresos personales en la Caja Social.
A mediados de la década de los años veinte del siglo XX, España atravesaba una situación complicada. En el ámbito internacional se sentían los efectos de la Gran Guerra –como se llamaría después la Primera Guerra Mundial– y dentro del país se vivían las consecuencias de la dictadura del general Primo de Rivera. De ahí que, en tal contexto, un grupo de asociados de la mutualidad Los Previsores del Porvenir decidió crear una nueva entidad: el Banco Popular de los Previsores del Porvenir, que sería el antecedente del Banco Popular Español.
Notas
[1] Gaceta de Tenerife, 10 de enero de 1925.
[2] Gaceta de Tenerife, 24 de enero de 1925.
Foto: archivo de Juan Carlos Díaz Lorenzo