Arte, Arquitectura y Patrimonio

La famosa máscara funeraria del joven faraón Tutankamón

La máscara funeraria de Tutankamón es la joya más preciada del Museo Egipcio de El Cairo. Un museo sobrecargado de una gran cantidad de elementos del fastuoso pasado del país de los faraones. Un reciente viaje a Egipto nos dio la oportunidad de admirar con detalle esta singular pieza del joven faraón de la dinastía XVIII, que reinó entre 1336 a 1327 a.C. y está reconocida como la más destacada de todo el arte egipcio en sus treinta dinastías.

Elaborada en oro, obsidiana, lapislázuli, cuarzo, turquesa, cornalina y vidrio, mide 54 x 39,3 x 49 centímetros. Pesa once kilos y aparece tocado con el paño nemes ceremonial. Presenta un gran simbolismo: oro de la carne de los dioses y lapislázuli del cabello de las divinidades. La frente está ceñida con el ureo, la cobra Uadyet y la diosa buitre Nekhbet, que son los protectores de los faraones. En su cuello aparece un collar usej formado por doce vueltas de cuentas y está sujeto a los hombros mediante dos cabezas de halcón.

La máscara funeraria está situada en una sala especial del citado museo, acompañada de una parte de su importante ajuar en varias vitrinas, así como el sarcófago y dotada de aire acondicionado permanente, para mantener la estancia en las adecuadas condiciones.

La tumba de Tutankamón fue descubierta intacta el 28 de octubre de 1925 en el valle de Los Reyes por el arqueólogo Howard Carter, cuya casa destaca sobre una colina a la entrada del singular recinto, convertido en uno de los destinos más visitados de Egipto. La tumba KV62, aunque visitable, está ahora cerrada, pero tiene un precio especial adicional de 1.000 libras egipcias, una cantidad que trata de disuadir a aquellos que no tienen un interés determinado.

Los rasgos de la cara del faraón Tutankamón (“imagen viva de Amón”) nos muestran el rostro idealizado de cómo quería que fuera recordado para la posteridad y el extraordinario trabajo de los orfebres que elaboraron la singular pieza entre 1354 y 1340 a.C. Se dice que murió tan joven debido a una lesión en una rodilla que le provocó una septicemia y la máscara estaba incrustada en el rostro de la momia a modo de protección. En todo caso, la pieza resalta las facciones juveniles de uno de los más famosos faraones, pese a su juventud y especialmente sus ojos.

Algunos investigadores, como el francés Marc Gabolde, sostienen que esta pieza es una reutilización y que antes había formado parte del ajuar funerario preparado para la princesa Meritatón, hija de Akhenatón y Nefertiti y hermanastra del célebre Tutankamón.

En 2014, la barba ceremonial trenzada se desprendió durante unos trabajos de limpieza y desde 2018 luce de nuevo todo su esplendor, tras una restauración por un equipo de expertos alemanes dirigidos por  Christian Eckmann, en la que se aplicó un tratamiento con cera de abejas, el mismo material que se empleó para unir esta pieza a la barbilla del joven faraón.

Bibliografía:

www.egyptianmuseum.gov.eg

Foto: Elsa Ana Sánchez. Nuestro agradecimiento

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