Un folleto de Silja Lines de hace 50 años y que nos llega de manos del buen amigo Nicolás Arocha, referido al ferry “Floria” –el mismo que, entre 1975 y 2002 navegó enarbolando bandera española con el nombre de “Villa de Agaete”– nos hace evocar el origen este buque y de su casi gemelo “Botnia”, luego “Ciudad de La Laguna”, acaso los dos mejores barcos que han navegado en Canarias durante dos largas décadas en las que el transporte marítimo regional experimentó su destacado salto cualitativo y cuantitativo.
A mediados de la década de los años sesenta del siglo XX y considerando tanto las necesidades del tráfico entre Finlandia y Suecia, así como el éxito logrado por los buques “Skandia” y “Nordia”, en servicio desde mayo de 1961 y mayo de 1962, el grupo naviero finlandés Silja Lines contrató con el astillero Wärstsilä, factoría de Helsinki, la construcción de dos nuevos ferries que llevarían los nombres de “Botnia” y “Floria”, respectivamente.
Respecto a sus antecesores, además de algunas modificaciones estructurales, como la supresión del cine en la chimenea falsa, la principal diferencia estaba en su sistema de propulsión, formado por ocho motores principales Wärtsilä 814 TK, con una potencia de 8.520 caballos, acoplados en dos grupos de cuatro a dos líneas de ejes y hélices de paso variable, que le permitía mantener una velocidad de 19 nudos. Instalaba cuatro motores auxiliares Wärtsilä, de 368 kw, dándose la coincidencia de que los pistones de los motores principales tenían las mismas características.
De 4.051 toneladas brutas, 1.684 toneladas netas y 1.220 toneladas de peso muerto, medía 101,60 m de eslora total –92,82 m de eslora entre perpendiculares–, 18,53 m de manga, 11,66 m de puntal y 4,98 m de calado máximo. Tenía capacidad para 162 pasajeros en literas y 880 en asientos, así como un garaje para 430 metros lineales y un “car deck” para 195 coches. Código IMO 7000803.
Firmado el contrato el 15 de octubre de 1968, la construcción número 391 del astillero Wärtsila comenzó el 25 de abril de 1969 con la puesta de quilla. El 28 de agosto de 1969 resbaló por la grada con el nombre de “Floria”, ceremonia en la que actuó de madrina la señora Maija Wetterstein y el 10 de abril de 1970 se entregó a su compañía armadora, la sociedad Finska Ångfartygs Ab (FAA), con sede en Helsinki.
El 13 de abril siguiente se estrenó en la línea Turku-Marienhamn-Estocolmo al servicio de Silja Line, alternando en varias ocasiones con el puerto de Norrtälje. El 10 de marzo de 1972 embarrancó en Söderarm, ordenándose que el ferry “Skandia” se ocupara de llevar a los pasajeros al puerto de Norotälje, mientras el ferry “Holmia” se hacía cargo de los coches y camiones. Los remolcadores “Meteor” y “Merkur” acudieron en su ayuda y consiguieron reflotarlo, siendo remolcado un mes después al astillero de Turku, donde se procedió a su reparación.
De nuevo en servicio a comienzos de noviembre, el 21 de diciembre de 1972 acudió en ayuda del ferry “Aallotar”, que se había empotrado en el rompeolas de Brevik debido a un fallo de propulsión. Durante todo 1973 navegó en la línea Turku-Mariehamn-Norrtälje, que cambió en el invierno de 1974 por la línea Turku-Estocolmo y a partir del verano de aquel año en la línea Turku-Mariehamn/Långnäs-Norrtälje. El mismo esquema se repitió en los meses siguientes, hasta el 17 de julio de 1975, en que se procedió a su entrega a Compañía Trasmediterránea en el astillero Valmet Oy, en Helsinki, siendo renombrado “Villa de Agaete”, siguiendo la petición que había formulado el entonces presidente del Cabildo Insular de Gran Canaria, Lorenzo Olarte Cullen.
Vendido en 27,5 millones de marcos finlandeses, el 30 de julio de 1975 se arrió la bandera finlandesa y se izó la bandera española, momento en el que asumió el mando el capitán Enrique Palacios –Enrique Archivel era el jefe de máquinas– y al día siguiente recibió a bordo la visita del presidente del Gobierno español, Carlos Arias Navarro, que se encontraba en Helsinki para asistir a la Conferencia Europea de Seguridad.
El 3 de agosto arribó al puerto de Kiel y después recaló en Cádiz para realizar las pruebas de mar correspondientes a su abanderamiento, zarpando el 12 de agosto rumbo a Las Palmas de Gran Canaria, a donde arribó el día 14 en olor de multitud del pueblo de Agaete, con su alcalde al frente. Dos días después se estrenó en la línea Las Palmas de Gran Canaria-Santa Cruz de Tenerife, en el que compartió el novedoso “puente marítimo” con su casi gemelo “Ciudad de La Laguna”.
Fotos: vía Nicolás Arocha