El descubrimiento el pasado domingo, 1 de diciembre, de una escultura del Hermano Pedro en Vilaflor, constituye uno de los hitos más importantes en la carrera del artista tinerfeño y cónsul de Guatemala, Alejandro Tosco. Una obra religiosa en honor al primer santo de Canarias y patrón de la República de Guatemala.
El acto estuvo presidido por la alcaldesa de Vilaflor, Agustina Beltrán y se ha realizado 22 años después de la canonización del Hermano Pedro. La escultura de Alejandro Tosco está situada en la plaza de San Pedro, próxima al santuario y la iglesia de San Pedro Apóstol, en pleno casco histórico.
La escultura de Alejandro Tosco, dice su autor, “es una obra que explicita un discurso humilde y una narrativa visual orientada al simbolismo religioso, rasgos que entroncan con la vida y obra del primer santo canario y que perduran en los habitantes de esta comarca.
Su vida se refleja a través de un camino adoquinado que parte de la mano sujetando el elemento que más lo caracteriza, la campana, y junto a ella la flor del esquisúchil (Bourreria Huanita), conocido como el árbol sagrado del Hermano Pedro, al que la tradición oral le atribuye propiedades curativas y hasta milagrosas”.
En la parte trasera de la escultura, de algo más de dos metros y medio de alto, Alejandro Tosco “apuesta por una reflexión descriptiva con doce palabras estampadas en el bronce, que sintetizan la vida del santo chasnero: Dios, pastor, camino, misión, San Francisco de Asís, Virgen de Candelaria, humanidad, naturaleza, humildad, bondad, perdón y amor”.
Fotos: cedidas