Como hemos visto, la producción cinematográfica en Finlandia prosperó a partir de comienzos de la década de los años treinta. Entonces surgió una nueva generación liderada por Valentin Vaala, a quien ya nos hemos referido y, especialmente, con la fuerte personalidad del cineasta Nyrki Tapiovaara, que alcanzó éxito internacional con su película Juha. Seguirían Tarastettu Kuolema [La muerte] y Miehen Vie [El camino de un hombre], un filme, éste, de magnífica fotografía a cargo de Erik Blomberg, fallecido en 1940.
Además de Suomi-Filmi y SF, otras productoras de menor importancia fueron capaces de producir un número importante de películas, muchas de ellas protagonistas de la denominada “edad de oro” del cine finlandés. Por supuesto, Vaala fue el más destacado cineasta de la época, pues abordó temas de hondo calado social, si bien en su conjunto todas las películas de entonces conforman la demostración de una década fascinante.
Antes de la Guerra de Invierno, Finlandia conoció una etapa dorada en la producción cinematográfica, con la existencia de tres estudios. En 1941 Toivo J. Särkkä dirigió la película Kulkurin Valssi [Vals del vagabundo] y obtuvo un éxito arrollador, con más de un millón de espectadores. Durante las hostilidades contra los soviéticos y alemanes, la industria local produjo un promedio de 15 a 20 películas al año, cifra realmente importante si tenemos en cuenta las circunstancias.
Cuando acabó la guerra siguió una etapa de esplendor, pese a las dificultades, pero el aislamiento era, asimismo, un condicionante a superar. Una nueva generación había tomado el relevo y a esta etapa pertenecen los nombres de Matti Kassila, Aarne Tarkas, Jack E. Wittika y Vikko Itkonen. Este último estaba influido por Ingmar Bergman y produjo comedias de costumbres, ligeras o dramáticas. Dos de sus mejores películas, Elokuu y Silja, son el resultado de adaptaciones de novelas de F.E. Sillanspää y en ellas “se alían buenos estudios de caracteres y un sentido profundo de la naturaleza”[1].
Edvin Armas Laine dejó una larga lista de filmes cuidadosamente realizados, entre ellos El soldado desconocido, considerado una buena adaptación de la novela de guerra de Väinö Lanna. La vedette Myriam Kuosamen, esposa del operador Erik Blomberg, alcanzó un éxito internacional en la película Valkoinen Peura [El reno blanco], con imágenes muy bellas aunque la leyenda sobre la que se desarrolla parece un tanto artificial. Después, Blomberg produjo su mejor película, Kilhaus [Himeneo] y poco antes de su muerte tuvo un papel destacado en Joseppi des Fjord, un drama campesino dirigido por Roland af Hällström y protagonizado por Heimo Lepistö.
Entre 1952 y 1955, la industria cinematográfica finlandesa produjo una media de treinta películas anuales. Cifra importante considerando que la lengua finesa, que es muy difícil para los no nativos, no tiene fácil comercialización fuera de las fronteras nacionales. Una década después, el crítico y cinéfilo Aitko Makinen realizó con Esko Estela su primer largometraje, titulado Juegos felices.
Sin embargo, por entonces el panorama había cambiado. El 1 de enero de 1958 comenzó sus emisiones regulares Suomen Televisio [Televisión Finlandesa] y la producción cinematográfica entró en uno de sus periodos más críticos. El declive fue de tal envergadura que, para intentar atajar la decadencia, en 1970 se creó la Fundación de Cine Finlandés, que otorgaba financiación y subsidios para las nuevas producciones, y a partir de este momento comenzaron a surgir los cines multi-sala.
En la década de los años sesenta, una nueva generación de cineastas asumió el relevo de las antiguas productoras. Suomi-Filmi y SF habían llegado al final de su existencia. Entonces apareció Risto Jarva, inspirado en la vanguardia francesa y la denominada “nueva ola”, que se desarrolló en el realismo social visto en Työmiehen päiväkirja [1967], y las comedias Loma[1976] y Jäniksen vuosi [1977]. Mikko Niskanen comenzó su carrera en 1962 con Pojat, protagonizada entonces por un desconocido Vesa-Matti Loiri. Niskanen también se unió a la nueva ola con Käpy selän alla [1966] y Lapualaismorsian [1967]. Rauni Mollberg adaptó a la pantalla grande dos novelas de Timo K. Mukka: Maa en syntinen laulu [1973] y Milka [1983].
Nota:
[1] Sadoul, Georges. Historia del cine mundial. Desde los orígenes. p. 352. Siglo XXI Ed. Madrid, 1983.
Fotos: Archivo Nacional del Cine Finlandés