12 de noviembre de 2021
Cuando acabe la erupción del volcán, quedará mucho trabajo por hacer y pasará mucho tiempo hasta que se recobre una relativa normalidad. La destrucción es irreparable y la desolación se ha apoderado del área de influencia de la erupción. Es el caso del barrio de Las Manchas, donde miles de toneladas de ceniza han invadido y transformado el paisaje, hasta el punto de que hay espacios en los que cuesta reconocer lo que antes existía. Existe un peligro añadido en ciernes: cuando llueva y arrastre el manto de cenizas convertido en lahares que todo lo arrasa, como la lava, como ya sucedió cuando la erupción de 1949. Las fotografías que nos envían Primitivo Roberto Jerónimo Pérez y Facundo Cabrera hablan por sí solas. Y en esta ocasión, como en tantas otras de este volcán, sobran las palabras.
Fotos: Primitivo Roberto Jerónimo Pérez y Facundo Cabrera