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La comunidad portuaria de Tenerife reclama un cambio de rumbo

Con el reciente cambio político producido en el Gobierno de Canarias, fuentes empresariales han manifestado a puentedemando.com su preocupación y también su deseo e interés de que los nuevos gobernantes actúen con celeridad para que los puertos de la provincia de Santa Cruz de Tenerife recuperen el pulso perdido en los últimos tiempos. 

Los empresarios saben perfectamente que el puerto es el motor económico esencial para nuestras islas y que no solo vivimos de los cruceros de turismo. En la actualidad, sin embargo, el marasmo y apatía en la que se encuentra la actividad portuaria en Tenerife se refleja claramente en unas cifras del primer semestre del año, que muestran una pérdida constante de tráficos

Sin entrar en detalles, estas fuentes consideran un acierto la destitución de Luis Santana Ríos como director del puerto, pero reclaman la recuperación del ritmo de crecimiento y actividad que se alcanzó durante la gestión de su predecesor, José Rafael Díaz Hernández.

En un época en la que la construcción de nuevas infraestructuras no constituye la prioridades de las instalaciones portuarias, los puertos precisan más de una gestión comercial abierta, con una amplia visión hacia el exterior y el ánimo de diversificar gráficos, creando nuevas líneas de negocio que devuelvan la vida y la alegría al puerto y a las empresas que de él dependen.

En estos días se incrementa la presión de aquellos que demandan una vuelta  de José Rafael Díaz Hernández a la dirección técnica del puerto tinerfeño. Así lo han expresado, además de empresarios, dirigentes políticos, asociaciones empresariales y usuarios de los puertos de la provincia, ante el declive de la actividad y la evidencia de las estadísticas de tráfico portuario.

En el tiempo en el que este ingeniero nacido en Alemania y con más de veinticinco años de experiencia en la Autoridad Portuaria, llevó la iniciativa desde el cargo de director, el puerto tinerfeño conoció un destacado impulso en diferentes mercados y proyectos de gran calado, como las reparaciones navales, el bunkering, el tráfico de transbordo de contenedores, el gas natural, el mercado especializado off shore, la participación en proyectos europeos, la inclusión de los puertos en las principales arterias de trafico europeo, la mayor notoriedad internacional de nuestros puertos en el sector de los cruceros, etc…

Una gestión que se caracterizaba por la agilidad en la resolución de los problemas cotidianos, el buen talante en atender a los usuarios del puerto y su esfuerzo por el impulso de la actividad comercial proactiva. Todo ello unido a su indiscutible carisma y personalidad, le llevó a liderar una etapa de bonanza sin precedentes hasta que conocimos la noticia de su cese.

Lo cierto es que a su cese le ha sucedido un decaimiento generalizado en la actividad del puerto tinerfeño. Un parón que los números corroboran. El puerto languidece, pierde tráfico y pierde iniciativa en beneficio de otros puertos y competidores. Entre los ejemplos más palpables está el tiempo perdido en la concesión del dique flotante de Tenerife Shipyards –mientras, en Las Palmas, todo son facilidades para que ASTICAN utilice un dique seco para barcos de 100.000 toneladas– y el empecinamiento con el pretendido puerto industrial de Granadilla, cada día más cuestionado.

Por suerte y esperanza de la comunidad portuaria, el  asunto ha trascendido a nivel político y esperamos con interés que precisamente a ese mismo nivel se resuelvan los problemas latentes que impiden la evolución positiva y tan deseada de nuestra actividad portuaria. Es conocido entre los empresarios y trabajadores del puerto que hay alguien por ahí, en otro tiempo vinculado al puerto tinerfeño y en la actualidad ocupando un cargo de cierta entidad en Puertos del Estado, que trata por todos los medios de evitar la vuelta de José Rafael Díaz Hernández a la dirección del puerto tinerfeño.

Se trata de una vendetta que tiene su origen en la apertura de una investigación por parte de la Fiscalía anticorrupción, en la que quien ahora ocupa cargo en Madrid se ha visto involucrado por participar supuestamente en hechos ilícitos durante el ejercicio de su cargo en Tenerife. Será la justicia quien determine. Sucede que Díaz Hernández, fiel a la defensa del interés público y del puerto, no comulga con ruedas de molino y por ese motivo, entre otros vetos, desde Puertos del Estado se ha abortado también la opción para que accediera a la dirección del puerto de Pasaia, cuando recibió la oferta desde Guipúzcoa hace ya algunos meses.

Cuestiones personales aparte, son estas algunas de las razones que, cada vez en voz más alta, esgrimen no solo los empresarios, sino también otros usuarios del puerto y una parte de los trabajadores de la Autoridad Portuaria, a la hora de reclamar el regreso de José Rafael Díaz Hernández a la dirección. 

En el fondo, primero y principal, es el deseo de todos que el puerto de Santa Cruz de Tenerife pueda retomar pronto el pulso de la actividad dinámica que genera trabajo y empleo y para ello, sobre todo, la recuperación y reanimación de los proyectos e iniciativas que fueron abandonados en los cajones de esa institución desde su partida.

Foto: Puertos de Tenerife

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